El Gallinero

Más inocencia para el PP valenciano

Los tribunales de nuevo han sentado cátedra sobre la injusticia con que fueron tratados numerosos cargos públicos del PP de Valencia

Los tribunales de nuevo han sentado cátedra sobre la injusticia con que fueron tratados numerosos cargos públicos del PP de Valencia, así como funcionarios de sus gobiernos, algún empresario relacionado con ellos y hasta obispos, como es el caso que archivó el lunes la Audiencia de Valencia, sin posibilidad de recurso, sobre los contratos de la visita del Papa Benedicto XVI.

Son ya unas 200 personas de 65 casos absueltas, archivadas o sobreseídas, lo que desvela la operación política por parte del PSOE valenciano y de Compromís que envolvía ese ataque a los populares con la excusa de la corrupción. Hay que decir que la maniobra les dio una rentabilidad extraordinaria, porque fue un instrumento valioso, quizá el más eficaz, para conquistar la Generalitat.

Francisco Camps, Víctor Campos, el obispo auxiliar Esteban Escudero, el sacerdote Antonio Corbí, el entonces concejal Enrique Pérez Boada, entre otros, han tenido un final feliz, el correspondiente a su honradez y bonhomía. Mientras han tenido que padecer su calvario social, profesional y económico sin merecerlo, como tantos otros que, sin culpa, se vieron perjudicados de forma inmesirecorde.

Lo peor de todo este entramado es que, para muchos, PSOE y Compromís han contado con la complicidad de algún miembro del Ministerio Público. Esta vez, como en otras, la Sala ha desmontado la tesis de Anticorrupción y subraya lo estéril de las acusaciones en un asunto que ha generado una gran publicidad.

Para cerrar estas líneas me refiero a Juan Cotino, que estuvo imputado en esta causa y que no se ha visto afectado por la sentencia al haber muerto por coronavirus, precisamente tras asistir en Alcalá de Henares a otro juicio sobre el mismo viaje papal y coincidir en el tren con las asistentes a la manifestación del 8-M en Madrid. Así es la vida.