El Gallinero

Bienvenido, Luis María

El regreso de uno de los tres mejores periodistas que yo he conocido, me provoca un gran gozo

Recibí emocionado la vuelta de Luis María Anson a nuestro periódico, al periódico que él fundó junto a Mauricio Casals y un grupo de profesionales, acreditados unos, jóvenes otros, que hicieron posible la continuidad de LA RAZÓN durante estos 21 años. Y emocionado leí la «Canela fina». La primera de esta nueva etapa, que ayer publicó en la contra compartiendo página con Francisco Marhuenda.

El regreso de uno los tres periodistas, los tres además con características propias, que yo tengo en el pódium profesional de los últimos 53 años, desde que me dedico a este trabajo tan fantástico, atractivo y absorbente, provoca en mí un especial gozo. El retorno de este maestro constituye una gran satisfacción por lo que significa de reincorporación a un lugar de donde, en mi opinión, nunca debió irse, y por el salto de calidad que supone para nosotros y, especialmente, para nuestros lectores. Ellos disfrutarán de esa pluma fina, a veces punzante, otras peculiar, siempre sustentada, eso sí, en la racionalidad y la solidez.

He tenido la dicha de trabajar a sus órdenes muchos años. En la agencia Efe, en Abc y, desde el primer día de su aparición, en LA RAZÓN. Siempre he sentido admiración por su conocimiento e intuición para dar en la diana, y envidia por su bagaje cultural para el que mostró un interés insaciable.

Como el mismo declaró el domingo en la entrevista «siempre pensé que regresaría, en casa se siente uno más a gusto». Bienvenido, Luis María. Así es la vida.