Sanidad

Puig defiende la empresa pública de salud, pero está abierto a otras opciones

La Generalitat destinará 658 millones a mejorar el sistema de atención sanitaria

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presenta el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2021-2023. EFE/ Kai Försterling
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presenta el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2021-2023. EFE/ Kai FörsterlingKai FörsterlingAgencia EFE

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido que la empresa pública de salud (EPS) es el instrumento que se plantea para “acceder a la mejora de la acción pública de la sanidad”, pero ha dicho que si se considera que ese no es el camino, se puede estudiar “otra opción”.

Puig se ha referido así, en declaraciones a los periodistas tras presentar el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2021-2023, al ser preguntado por el rechazo de sus socios de gobierno, Compromís y Unides Podem, a la utilización de esta fórmula para que el departamento de salud de Torrevieja pase a ser de gestión pública.

Para el presidente, lo importante son los objetivos, los principios, las convicciones y las ejecuciones, pero no tanto los instrumentos, y la empresa púbica, ha dicho, es “el instrumento que se plantea que puede ser para acceder a la mejora de la acción pública de la sanidad”.

Sin embargo, ha precisado que si se cree que “ese no es el camino se puede estudiar otra opción”, pues no están “en una situación dogmática” sino abiertos, hablando desde el principio con diferentes interlocutores y tratando de lograr el mayor consenso.

“Siempre buscamos el acuerdo”, ha afirmado Puig, quien ha dicho que si no existe acuerdo en el seno del Gobierno valenciano, la decisión se aplazará.

Por su parte, la consellera de Sanidad, Ana Bacerló, ha recordado que se está hablando de un instrumento que cuando se planificó era para poder subrogar al personal de las resonancias magnéticas, y ha negado tajantemente que el personal de los consorcios hospitalarios vaya a pasar a depender de la empresa pública.

Barceló ha afirmado que están hablando “con todo el mundo” para ver cuál es el instrumento adecuado, y se está realizando “un proceso de diálogo constante con todos y todas”.

Plan de infraestructuras sanitarias

La Generalitat destinará un total de 658,3 millones de euros en el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2021-2023, con el objetivo de mejorar el modelo asistencial de la Comunitat Valenciana y contar con un sistema “robusto” capaz de hacer afrontar cualquier situación.

Así se ha dado a conocer durante la presentación de este plan, en la que han participado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, quien ha asegurado que la inversión en salud es “la mejor que podemos hacer”, especialmente, tras la pandemia del coronavirus.

Del total de inversión, 512 millones se destinarán a la atención hospitalaria, para incrementar las camas de agudos, la capacidad asistencial y los quirófanos, entre otras cosas, y 146 a la Atención Primaria y Especializada.

El plan, que incluye inversiones en todos los departamentos de salud, contempla 5 millones para la construcción de una nueva sede para el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica (Isabal) de Alicante, así como inversiones en salud mental y en crónicos.

En total, se recogen 96 actuaciones (58 en centros de atención primaria y 38 en hospitales), que implican la reforma y/o ampliación de 22 hospitales, y la construcción o mejora de 50 centros de salud y 6 nuevos de especialidades, así como el incremento de 1.206 camas hospitalarias y 48 nuevos quirófanos.

En concreto, se prevé la reforma y/o ampliación de los hospitales de Vinaròs, General de Castelló, La Magdalena y La Plana, en Castellón; y Alcoi, Marina Baixa, Elda, Sant Joan d’Alacant, General de Alicante, Elx, Orihuela y Torrevieja, en Alicante.

En la provincia de Valencia, se contemplan actuaciones en los hospitales de Sagunt, Arnau de Vilanova, Clínico de València, Militar, General de València, Doctor Peset, Requena, La Ribera, y Xàtiva, junto con la construcción del hospital Ontinyent y el de Campanar-Ernest Lluch.

La distribución de los 658,3 millones seguirán un criterio de equidad territorial, de manera que 224,7 millones de euros se destinarán a la provincia de Alicante (37 %), 73,3 millones a la de Castellón (12 %) y 340,3 millones de Valencia (51 %).

El presidente de la Generalitat ha destacado que la pandemia ha puesto el foco en la importancia que tiene la sanidad, cuyo pilar más importante, ha dicho, son los profesionales que trabajan en el sistema, a quienes ha vuelto a dar las gracias por el esfuerzo enorme que están haciendo.

Puig ha abogado por consolidar los avances producidos durante estos meses y acometer un aumento estructural del personal, para garantizar que ese pilar sea “lo más robusto posible”, al tiempo que ha abogado por que el sistema de salud sea también “eficiente”.

Para Puig, el segundo pilar de la sanidad lo constituyen las infraestructuras, mientras que el tercero es la tecnología, gracias a la cual se avanza de forma extraordinaria en la capacitación para solucionar los problemas de las personas.

La consellera de Sanidad, por su parte, ha asegurado que la pandemia ha evidenciado “la importancia de tener un sistema público de salud robusto, que necesita de infraestructuras con capacidad de dar respuesta a cualquier situación de emergencia sanitaria”. ”La salud es una inversión, la mejor inversión que podemos hacer”, ha afirmado Barceló, quien ha destacado que antes de la pandemia, la Conselleria trabajaba en un plan de inversiones de infraestructuras sanitarias, que “quedó en el olvido” cuando a principios del año pasado “el virus destrizó como huracán”.

Ha reconocido que los hospitales no estaban preparados para hacer frente “a un shock de tal magnitud” como el que produjo el coronavirus, pero ha afirmado que trabajan con el objetivo de que estos centros “estén a punto para cualquier situación” en el futuro.

Ha dicho que es necesario aprender las lecciones que ha dejado esta crisis sanitaria y económica, y ha asegurado que es necesario construir no solo un sistema de salud fuerte, sino “un dique de contención robusto, moderno y eficaz”, y comprometido con los objetivos agenda 2030.