La Guardia Civil accede al barco de Greenpeace bloqueado en Valencia para requerirle el control

La Guardia Civil ha accedido al barco de Greenpeace que desde esta mañana ha bloqueado la entrada de un buque cargado con gas licuado al puerto de Sagunto (Valencia) para requerirle que abandone la posición y le deje tomar el mando para retirar la embarcación.

Los agentes han subido a bordo del “Esperanza” de Greenpeace y, con autorización judicial, han pedido al capitán que deje el control del barco a la Guardia Civil para no seguir entorpeciendo la entrada del metanero, que sigue a la espera en aguas del puerto, según informan a EFE fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia.

Se espera que en breve se pueda retirar el barco e la organización ecologista, que ha ubicado en la bocana de acceso y desde el que sobre las 11.15 horas cuatro embarcaciones neumáticas han salido con la intención de entorpecer la entrada del metanero “British Merchant”.

La acción de Greenpeace tiene como objetivo exigir el fin de los combustibles fósiles y denunciar la dependencia de España del gas fósil.

Los activistas han entrado al puerto y se han anclado junto a la planta de regasificación de Enagás para impedir la entrada del barco, y han pintado en un lado del buque el lema “NO + GAS”, mientras un escalador se ha encaramado al ancla del barco para ejercer una resistencia pasiva, según ha informado la organización ecologista en un comunicado.

La protesta se ha realizado en el contexto del Consejo Europeo extraordinario que se celebra en Luxemburgo, donde los ministros de Energía se reúnen para tratar el impacto del aumento de los precios de la energía y las posibles soluciones, y al que exige abordar la escalada de precios desde la raíz y que los gobiernos apliquen medidas urgentes para proteger a las personas vulnerables.

Asimismo, a menos de una semana del inicio de la cumbre climática en Glasgow, Greenpeace ha denunciado la dependencia de España del gas fósil, “causante de la subida del precio de la energía y de la emergencia climática”.

Los activistas han sido advertidos por la Guardia Civil y la Policía de que están incumpliendo la legalidad al impedir la operativa de un buque y ocupar una zona portuaria sin autorización, según la Autoridad Portuaria.

En libertad

El capitán del barco Esperanza, Sergiy Demydov, detenido por la Guardia Civiltras la acción de protesta desarrollada ayer por Greenpeace ayer en el puerto de Sagunto para evitar el traque de un barco que transportaba 60.000 toneladas de gas licuado natural, ha quedado finalmente en libertad sin cargos, ha informado el grupo ecologista. 

Demydov será investigado por un presunto delito de desobediencia a los agentes de la autoridad. La tripulación del Esperanza también está en libertad pero el barco ha sido retenido por la autoridad portuaria de Sagunto (Valencia) pendiente de valoración de daños.

En la acción realizada ayer por Greenpeace, activistas de la organización accedieron a bordo del barco Esperanza al puerto de la planta regasificadora (propiedad en más de un 70 % de Enagás) en Sagunto para impedir la entrada del buque gasero Merchant, proveniente de Estados Unidos y cargado de 138 mil metros cúbicos de gas licuado (como 41 piscinas olímpicas) de fracking.

Activistas subidos en zodiacs pintaron en ambos costados del Merchant el mensaje “NO + GAS”, mientras un escalador se encaramó al ancla del Esperanza para ejercer una resistencia pasiva durante 10 horas.

”Estamos ante una emergencia climática y la ciencia es clara, tenemos menos de 10 años para reducir drásticamente las emisiones y mantenernos por debajo del aumento de temperatura de 1,5 grados centígrados. Sin embargo, el gas es el combustible fósil que más crece en el mundo”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.

Sobre las 11.15 horas de este martes, el “Esperanza” impidió las maniobras de atraque en el puerto de Sagunto del barco “British Merchant”, con una carga de 60.000 toneladas de gas natural licuado, cuyos mandos, para evitar incidentes, decidieron permanecer en alta mar.

Agentes de la Guardia Civil accedieron al barco de Greenpeace por la tarde, con la autorización de un juez de Sagunto, y pidieron a los activistas que depusieran su actitud.

Los ecologistas cedieron de forma pacífica el control del barco a los agentes de la Guardia Civil, que alrededor de las 20 horas iniciaron el traslado de la embarcación a otra zona del puerto para facilitar el atraque del buque con gas licuado.