La Generalitat valenciana destina más de 100 millones y mil profesionales al plan antiincendios

La Generalitat va a destinar este año un total de 101 millones de euros a la extinción de incendios forestales y contará con un millar de profesionales de intervención operativos de mayo a octubre en la Comunitat Valenciana para prevenir y actuar en caso de incendio.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha presidido este miércoles la presentación de la campaña “Stop al foc”, que este año apela al “sentido común” de la ciudadanía a la hora de disfrutar de la naturaleza, ya que según el vídeo de la campaña hay “cinco sentidos para disfrutar de la naturaleza y solo uno para conservarla: el sentido común”.

Puig ha apelado a la “alianza” entre instituciones y cuerpos de seguridad para acabar con los incendios, a la “corresponsabilidad” de la ciudadanía, y al “sentido común” sobre lo que no se puede hacer en el territorio y sobre lo que está en juego, ya que el 96 % de los incendios está causado por la acción humana.

Una de las novedades de la campaña de este año es que tres de los nueve helicópteros que conforman el operativo ampliarán el tiempo de servicio, con el fin de aumentar la capacidad de repuesta durante la primavera y el otoño, según ha explicado la consellera de Interior, Gabriela Bravo.

El president ha destacado el avance experimentado en la Comunitat Valenciana tanto en equipamiento, como en capacidad y profesionalidad de lucha contra incendios, así como la “mayor conciencia colectiva” sobre la importancia de preservar los espacios naturales, lo que ha contribuido a que el trienio 2019-2021 haya sido el periodo con menor superficie quemada en los últimos 25 años.

No obstante, ha subrayado la necesidad de “construir una alianza entre instituciones” en la lucha contra los incendios y ha agradecido el esfuerzo de las personas que “dan la cara” por la defensa del patrimonio natural de la Comunitat Valenciana, como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Unidad Militar de Emergencias y la Delegación de Gobierno, así como diputaciones y ayuntamientos.

Puig ha apelado a la corresponsabilidad de la ciudadanía, gracias a la cual ha asegurado que la Comunitat Valenciana ha tenido menor incidencia durante la pandemia, y ha asegurado que “el gran objetivo” es la preservación y el disfrute de la naturaleza, que servirá también para la “recuperación emocional”.

Por su parte, la consellera Bravo ha explicado que el teléfono 112 recibió el año pasado 8.012 llamadas relacionadas con incendios, y ha destacado “la diferencia entre un conato y un gran incendio puede estar en una simple llamada telefónica”, por lo que ha agradecido la implicación de la ciudadanía.

Un 24 por ciento más de presupuesto

Bravo ha señalado que el valor del patrimonio natural valenciano “es incalculable, pero el coste de su protección no lo es”, de forma que desde el año 2016 su departamento ha aumentado la dotación presupuestaria para la extinción de incendios en un 24 %, hasta alcanzar los actuales 101 millones de euros.

La consellera de Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha señalado que el dispositivo de este año cuenta con 750 profesionales dedicados a la prevención y vigilancia del espacio forestal de la Comunitat Valenciana, que representa más de un 55 % del territorio valenciano.

Mollà ha destacado que ya son 371 los municipios que cuentan con un plan local de prevención de incendios y ha reivindicado que el año pasado hubo 240 incendios, doce menos que el año anterior, a pesar de la ola de calor de agosto, que llevó por primera vez a cerrar 15 parques naturales ante el alto riesgo de incendio.

Durante Semana Santa, es decir del 14 al 25 de abril, la Conselleria de Agricultura va a poner en marcha un dispositivo especial con 277 personas que realizarán tareas de vigilancia y prevención de incendios, que llegará a las 750 personas entre el 1 de junio y el 25 de octubre.

Por su parte, la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) cuenta con un millar de efectivos de intervención operativa entre los meses de mayo a octubre, periodo en que se concentra la mayor parte del riesgo.