Infraestructuras

Valencia estrena la Línea 10 de metro 15 años después de que se pusiera la primera piedra

Los gobiernos del PP invirtieron 200 millones y paralizaron la obra por la crisis, el Botànic la retomó para acabarla y ha invertido 53

El conseller de Hacienda, Arcadi España; el presidente, Ximo Puig; el alcalde de Valencia, Joan Ribó y la consellera de Política Territorial, Rebeca Torró, en el acto de puesta en servicio de la Línea 10 de Metrovalencia
El conseller de Hacienda, Arcadi España; el presidente, Ximo Puig; el alcalde de Valencia, Joan Ribó y la consellera de Política Territorial, Rebeca Torró, en el acto de puesta en servicio de la Línea 10 de MetrovalenciaRober SolsonaEuropa Press

“Ya era hora, casi me muero antes”. Con esta frase ha recibido esta mañana una vecina del barrio de Natzaret a la ingente comitiva que se ha apuntado hoy a la inauguración de la Línea 10 de Metrovalencia. Se salda así una deuda histórica con los vecinos de uno de los barrios marítimos de la ciudad y que ha vivido hasta ahora sin una conexión rápida con el centro de la ciudad.

Cinco kilómetros de línea que han costado construir 15 años, si se tiene en cuenta el año en el que el entonces conseller de Obras Públicas del PP, José Ramón García Antón, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ambos ya fallecidos, pusieron la primera piedra de esta infraestructura junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La llamaron T-2 y los problemas de liquidez que tuvo que afrontar el Consell del popular Alberto Fabra llevaron a ordenar su paralización en 2011. Para entonces ya había 200 millones de euros invertidos en la obra “dura” y los túneles construidos fueron objeto de actos vandálicos y otros que dieron la vuelta por las redes sociales, como cuando unos jóvenes navegaron por ellos con una barca.

No fue hasta 2019, cuando el Ximo Puig ya llevaba tres años al frente de la Generalitat, cuando se reanudaron las obras para acometer los trabajos de infraestructura y superestructura de la vía, la señalización y electrificación, entre otros. Estos han costado 50 millones de euros, 20 de los cuales han sido financiados por la Unión Europea.

La puesta en marcha se ha presentado como la gran inauguración de la legislatura, tal y como ha corroborado la amplia representación de cargos públicos convocada a recorrer los 16 minutos que separan el centro de la ciudad del barrio de Natzaret. Al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, le han acompañado la nueva consellera de Obras Públicas, Rebeca Torró, el ex titular de esta cartera y recién nombrado conseller de Hacienda, Arcadi España, el alcalde la ciudad, Joan Ribó, la vicealcaldesa Sandra Gómez, la gerente de FGV, Anaïs Menguzato, altos cargos de Obras Públicas y varios concejales. Pero además, para reconocer el trabajo hecho por aquellos que pusieron su granito de arena en la infraestructura, se ha invitado a la ex consellera de Territorio de la primera legislatura del Botànic, María José Salvador, e incluso al ex conseller de Obras Públicas, y también socialista, Eugenio Burriel, por ser el que “recuperó el tranvía para la ciudad en 1994″.

Vecinos y medios de comunicación han completado una comitiva que ha irrumpido en la tranquilidad de un barrio poco acostumbrado a los grandes acontecimientos. Tras superar la obligada protesta- no hay acto que no la tenga- y algún que otro aplauso espontáneo, han hecho un rápido recorrido por el mercado municipal. Cinco minutos de paseíllo antes de iniciar el recorrido de vuelta. Con los tiempos medidos porque todo debía estar finalizado antes de las 13.30, cuando se ha puesto en marcha la línea.

El conseller de Hacienda, Arcadi España y el presidente Ximo Puig, saludan a vecinos del barrio de Natzaret
El conseller de Hacienda, Arcadi España y el presidente Ximo Puig, saludan a vecinos del barrio de NatzaretRober SolsonaEuropa Press

Puig ha destacado que recuperar la conexión del barrio de Nazaret con el resto de la ciudad a través de la L10 supone cumplir con “un deber pendiente”, y ha subrayado que se trata de una obra que cohesiona la ciudad, dado que conecta el centro con la Ciudad de la Justicia, la Ciutat de les Arts i les Ciències y Caixa Fòrum, que se pondrá en marcha en un mes.

Recorrido

La línea comienza en la calle Alacant, pegada a la estación del Norte de Valencia, y finaliza en Natzaret tiene 2.222,40 metros en subterráneo y 2.813,15 en superficie, 8 estaciones (tres subterráneas: Alacant, Russafa y Amado Granell-Montolivet; y 5 en superficie: Quatre Carreres, Ciutat Arts i Ciències-Justícia, Oceanogràfic, Moreres, y Natzaret). Da servicio, por tanto, a tres núcleos muy importantes de la ciudad. El centro con el barrio de Russafa, la Ciudad de las Artes y el Oceanogràfic, y la zona más sur de la ciudad donde, además del histórico barrio de Natzaret, se está desarrollando una nueva zona de expansión urbanística.

La L10 permitirá reducir a la mitad el tiempo que se tarda en realizar el desplazamiento de un extremo al otro de la línea, dado que el recorrido del tranvía entre la estación de Alacant y la de Natzaret tendrá una duración de 16 minutos, y entre Alacant y Ciutat Arts y Ciències-Justicia, el trayecto será de 11 minutos.