Crisis en Compromís

La destitución de la consellera de Agricultura abre una nueva brecha en Compromís

La vicepresidenta Aitana Mas argumenta que el Gobierno valenciano requiere estabilidad en el contexto socioeconómico actual

La ex consellera de Agricultura, Mireia Mollà
La ex consellera de Agricultura, Mireia MollàGVAGVA

La vicepresidenta de la Generalitat, Aitana Mas, ha solicitado este jueves al presidente Ximo Puig la destitución de Mireia Mollá al frente de la cartera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Su lugar lo ocupará Isaura Navarro, la secretaría autonómica de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad.

La explicación oficial que se ha dado desde Presidencia de la Generalitat ha sido muy escueta. Simplemente apuntan a que la vicepresidenta Mashabía tomado la decisión tras haber cumplido cien días en el cargo, un periodo que se considera en política como suficiente como para tener elementos que permitan emprender acciones con conocimiento de causa.

«La vicepresidenta considera que conviene hacer cambios que apuesten por la unidad dentro del Consell, que requiere estabilidad y cohesión delante del difícil contexto socioeconómico». El comunicado remarca que precisamente esta situación obliga al Gobierno valenciano a centrarse en la aprobación de los presupuestos y en el desarrollo de las políticas transformadoras del Botànic, particularmente, aquellas vinculadas a la protección social de las familias y las empresas valencianas.

El portavoz de Iniciativa, Alberto Ibañez, ha defendido que este cambio no hacía peligrar «en absoluto» la estabilidad de Compromís ni del Botànic. «Aitana Mas ha hecho un ajuste y afortunadamente Compromís es un partido de primera línea, con gente preparada. Puede hacer los cambios que considere para mejorar o proyectar la acción de gobierno».

La pregunta es qué ha podido hacer Mollá en este tiempo para ser la única consellera de la historia del Botànic que haya sido destituida por su gestión. Hasta el momento podría decirse que los cambios realizados han obedecido a aspectos tácticos del partido.

La respuesta la daban ayer desde la coalición. Mollà ha ido por libre y no ha aceptado las normas que deben regir un Gobierno de coalición y tampoco aquellas que marca el partido al que representa. Apuntan estas mismas fuentes a que Compromís no puede permitirse que una de sus conselleras generen «distorsiones» e incluso conflictos.

Tensiones públicas

Insisten además en que no ha habido un hecho puntual que haya provocado esta decisión, reforzando así la idea de que se trata de una decisión muy meditada.

No obstante, en las últimas semanas sí se han producido dos hechos que han forzado su destitución. Recientemente, la consellera Mollà acusó a los consellers de Economía (Compromís) y de Territorio (PSPV) para que aceleraran en la implantación de las energías renovables. Ello generó un malestar más que evidente en el seno del Gobierno valenciano, al que se refiere el comunicado cuando dice que hace falta «unidad, estabilidad y cohesión».

La respuesta pública de Mas fue bastante dura. Remarcó que había que huir de personalismos porque todo el Botànic debía remar en la misma dirección.

Además, Mollà mantuvo una reunión con el conseller de Hacienda, Arcadi España, para hablar con él de los Presupuestos. El encuentro se celebró al margen de la comisión negociadora en la que están representados los partidos del Consell, una maniobra que sentó especialmente mal a la vicepresidenta.

Lo llamativo de este asunto es que Mollà y Mas pertenecen al mismo partido dentro de Compromís. Las dos son de Iniciativa, el partido de Mónica Oltra, por lo que podría interpretarse que la voladura a la que está asistiendo Compromís está totalmente descontrolada.

Desde la coalición se empeñan por asegurar en que la destitución de Mollá es precisamente para no agravar todavía más una crisis en la que parece haberse instalado desde que Oltra dimitió y que vivió su último capítulo cuando el diputado nacional Joan Baldoví, que pertenece a Mes (antiguo Bloc), anunció que quería presentarse como candidato a la Presidencia de la Generalitat.

Sin embargo, fuentes cercanas a Mollà consultadas por EFE no comparten esta interpretación. Afirman que la destitución fue comunicada a la exconsellera durante la tarde «sin dar ningún motivo», por lo que la califican de «incomprensible y sin sustento alguno». Asimismo, insisten en que este movimiento «abre una crisis importante en Compromís y pone en peligro un tercer Botànic».