Habitantes de zonas de interior piden microbuses para ir a a los centros de salud o de ocio

El 80 por ciento de los residentes en municipios de comarcas de interior afectadas por la despoblación ha mostrado su descontento con el servicio de transporte público que ofrecen las distintas administraciones en un estudio sobre hábitos de movilidad realizado por la Universitat de València.

El trabajo, que ha sido financiado por la Diputación de València, estudia las comarcas de la Canal de Navarrés, la Serranía, el Valle de Ayora y el Rincón de Ademuz, y recoge también las propuestas de los usuarios para mejorar el servicio.

Las encuestas, realizadas a personas de diferentes edades que residen habitualmente en estos municipios (no menos de 10 meses al año) a través de entrevistas personales entre noviembre y diciembre de 2020 y el mismo período de 2021, concluyen que el uso del vehículo privado es la opción preferida en un porcentaje altísimo.

Según la encuesta, se trata de la forma de transporte más utilizada ante la falta de opciones de transporte público, que supone un problema grave para quienes necesitan desplazarse y no tienen carnet.

Estos usuarios se muestran críticos principalmente con las frecuencias de los autobuses que llegan a sus municipios y, en menor medida, del precio de los billetes y la falta de alternativas.

Otra de las demandas es la puesta en marcha de líneas de microbuses que conecten los municipios con centros de salud, hospitales y zonas comerciales o de ocio. Reclaman también taxis rurales a precio razonable y los coches de alquiler compartidos.

En general, las reivindicaciones se producen en pueblos con una estructura demográfica envejecida, un nivel bajo de equipamiento público, como residencias para mayores y centros de día, problemas de conectividad digital y necesidad de desplazamiento para aquellas personas en edad de trabajar o estudiar.

En estas comarcas de interior, el vehículo privado se erige como el medio predominante de transporte en más de un 90 por ciento de los casos, en un 76 por ciento siendo el propio viajero el que conduce y en el 16 por ciento como acompañante.

El perfil de viajero es mayoritariamente el de varón de entre 26 y 50 años que estudia o trabaja, mientras que las que menos se desplazan desde estos municipios de interior son las mujeres mayores de 65 años.

Entre el escaso porcentaje de población que recurre al transporte público al no disponer de otra opción para desplazarse, destacan porcentajes como el 93 por ciento de usuarios que no dispone de carnet de conducir, el 64 por ciento de mujeres, el 43 por ciento de menores de 25 años y el 43 por ciento de estudiantes.

Recorrido por comarcas

El diputado de Desarrollo Rural, Ramiro Rivera, ha presentado las conclusiones del estudio en la Serranía, donde los autobuses de la Chelvana, que salen de València y conectan los pueblos serranos, tienen un 16,3 por ciento de usuarios, pero solo un 5,5 por ciento los utiliza con cierta frecuencia. Los principales destinos son la capital, Llíria y el centro comercial El Osito, en l’Eliana.

En el Rincón de Ademuz, el 99 por ciento de los viajeros utiliza el transporte privado, mientras que menos del 2 por ciento de los encuestados usa el autocar como medio para desplazarse en el día a día, siendo València y Teruel los principales destinos.

La Canal de Navarrés presenta alguna alternativa en transporte público, como la línea ferroviaria, pero tiene un 90 por ciento de usuarios del transporte privado frente a un uso residual del autocar y la línea de Cercanías de Renfe, en torno al 5por ciento cada servicio. Los principales destinos son Xàtiva y València.

En el Valle de Ayora-Cofrentes, el 11,4 por ciento de usuarios usa el autocar y el 4,3 por ciento opta por Renfe Cercanías, siendo Almansa el destino principal y, en concreto, el hospital de esta localidad manchega, seguida de València y Requena.

Según Ramiro Rivera, la Diputación de Valencia concede una línea de ayudas directas a los ayuntamientos de municipios en riesgo de despoblación, que pueden utilizarse para inversión o gasto corriente, y financia el transporte escolar entre las escuelas rurales de distintos municipios.