Tribunales

Las acusaciones del presunto pirómano de El Saler rebajan la petición de penas ante la debilidad de los indicios

La defensa pide la absolución y dice que los testigos solo trasmiten "sensaciones"

El hombre acusado de provocar dos incendios en la Dehesa del Saler durante un juicio en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia, a 10 de abril de 2025, en Valencia, Comunidad Valenciana (España). Los incendios tuvieron lugar el 21 de octubre de 2023 y el 14 de enero de 2024 cuando el procesado prendió fuego a vegetación, en el primer caso cercano a viviendas y, en el segundo caso, en una zona forestal cercana al antiguo parque de bomberos, lo que provocó dos incendios que af...
Juicio al hombre acusado de provocar dos incendios en la Dehesa del Saler en Valencia Jorge GilEuropa Press

El Ministerio Fiscal y la acusación particular que representa al Ayuntamiento de Valencia han rebajado la petición de penas para el presunto pirómano de El Saler, J.C., ante la debilidad de las pruebas aportadas tanto por la Guardia Civil como por los testigos que han prestado declaración.

Así, el ministerio fiscal pide un año de prisión por los únicos dos incendios que se le imputan: el 21 de octubre de 2023 y el 14 de enero de 2024.

El abogado que representa al Ayuntamiento ha pedido una año de prisión por un incendio y dos años por el otro.

Las dos acusaciones han presentado estas peticiones alternativas ante la evidencia de que los indicios contra el acusado eran tremendamente débiles. La petición original de penas, en la que coincidían Ministerio Fiscal y la acusación particular era de seis años.

Tanto los informes de la Guardia Civil como de los peritos han sido poco concluyentes y tan solo han podido afirmar con rotundidad que los incendios fueron provocados y que no pudieron ser accidentales sino que fueron provocados de forma indubitada, pero en ningún caso han podido establecer una relación con la autoría de J.C. más allá de que estaba por la zona.

Más contundentes han sido los vecinos que lo vieron en el lugar de los hechos, pero como ha explicado el abogado de la defensa, Jorge Abadía, "están hablando de sensaciones: tenía cara de ido, tenía los ojos muy abiertos..." El hecho de que uno de los testigos se refiriera primero a una mujer como la autora de otro conato, también ha servido a la defensa para plantear la debilidad de los testimonios.

El propio acusado, en su declaración, ha dicho que "me han vapuleado, y todo esto pasa porque en 2000 yo provoqué un incendio sin querer con un artefacto pirotécnico en mal estado que disparé desde el balcón de mi casa". A raíz de este incidente ha explicado que "en 2005 el Seprona me intentó imputar un macroincendio que había habido en El Saler sin ninguna prueba. Cuando me detienen me sacan los atestados de 2000 y 2005. Son antecedentes policiales caducados y que no los podían usar".

Durante la celebración de la vista, los guardias civiles que han declarado solo han podido decir que el "modus operandi" de todos los incendios era muy similar, y que llegaron hasta la persona de J.C. por las declaraciones de los vecinos. Pese a la alerta social que motivaron estos incendios, la Guardia Civil no ha aportado ninguna prueba contundente, ni, al parecer, obtuvo datos de las vigilancias al sospechoso, si es que las hubo.

Respecto a la detención del acusado, los agentes esperaron hora y media en la puerta hasta que les abrió, y el registro se produjo "días después" sin que la vivienda estuviera precintada, solo "custodiada". En este registro solo encontraron "muchos mecheros, prismáticos, linternas de luz roja y blanca" lo que según los agentes "nos llamó la atención".

También ha llamado la atención la declaración de los agente forestal, especialistas en incendios, que investigaron en el lugar de los hechos. En uno de los incendios que se le imputan, la zona estaba "muy alterada" por los servicios de extinción y no encontraron nada en ella. En el otro incendio, la investigación se produjo "dos días después por una cuestión de turnos".

Desalojan un edificio próximo al antiguo hotel Sidi por un incendio forestal en El Saler
Desalojan un edificio próximo al antiguo hotel Sidi por un incendio forestal en El SalerAna EscobarAgencia EFE

Ha declarado una pareja que volvía con su coche a casa cuando vio "una bolita de fuego" y a J.C. "venir de la zona donde estaba el fuego". Estos dos testigos han reparado en su comportamiento extraño y en la "cara de ido".

Del mismo modo destacan el comportamiento extraño otros dos vecinos que lo siguen porque lo ven por la zona donde se avaba de desencadenar un incendio: "salió por una zona donde nunca pasa nadie y llegó a su casa dando un rodeo".

En sus informes finales, la acusaciones han hecho un relato deslavazado y poco concluyente, y sabedores de ello, han planteado una alternativa en la que reducen la petición de penas de seis años a tres en un caso, y a un año en el caso del fiscal.

La defensa ha argumentado que "intentan agarrarse a incendios anteriores que han sido archivados" y que la únicas pruebas indiciarias eran las testificales en las que nadie ve a J.C. prender fuego a nada e incluso dicen de él que es una mujer.

En el turno de última palabra, J.C. ha dicho que "yo mimos soy afectado" y se ha preguntado "qué interés voy a tener yo en provocar unos incendios en mi zona, en mi casa, donde se han criado mis hijos". Además, ha dicho que "soy socorrista, he sido montañero y tengo cariño por la naturaleza" y ha concluido que si no ha habido más incendios "ha sido por la buena labor del Ayuntamiento de Valencia que ha puesto los cañones antiincendios".

El juicio ha quedado visto para sentencia.