Un alicantino de 57 años ha quedado en calidad de investigado tras conducir ebrio unos 28 kilómetros en sentido contrario por la A-31, a la altura de Almansa (Albacete), ha informado la Guardia Civil.

La Comandancia del instituto armado de Albacete ha informado en un comunicado de prensa de que el Servicio de Emergencias, que atiende el teléfono 112, comunicó a la Central Operativa de Tráfico (COTA) de la Guardia Civil de Albacete que habían recibido las llamadas de varios usuarios alertando de la presencia de un vehículo que circulaba en sentido contrario por la autovía A-31 a la altura de Almansa, ya que iba en sentido Albacete por los carriles habilitados para el sentido Alicante.

Ante estas llamadas, se movilizaron las patrullas de servicio próximas a la zona, unas para la detección del vehículo y otras para garantizar la seguridad del resto de usuarios.

De este modo, rápidamente una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico logró detectar al vehículo circulando en sentido contrario por la autovía, pero que su conductor hizo caso omiso a las señales de alto a través de los sistemas ópticos y acústicos, por lo que se inició un seguimiento que tras varios kilómetros dio como resultado la interceptación definitiva del vehículo que iba en dirección contraria.

En el momento de identificar al conductor, los agentes apreciaron que podía hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas, lo que confirmaron al realizar las prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,59 mg de alcohol por litro de aire espirado, duplicando la tasa máxima de alcohol permitida para los conductores de turismos fijada en 0,25 mg/l.

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico instruyeron las correspondientes diligencias que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de la localidad almanseña, en funciones de guardia.

Al conductor del vehículo se le han imputado dos supuestos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir un vehículo a motor de manera manifiestamente temeraria, poniendo en concreto peligro la vida o la integridad física de las personas, y otro por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas.