
Educación
Amparo Navarro: "Hay que pasar página en el conflicto entre las universidades de Alicante y Elche"
La rectora de la UA explica que "En la tradición española, la universidad pública es de mucha mayor calidad que la privada"

Amparo Navarro (Alicante; 1962), catedrática de Derecho Tributario y Financiero de la Universidad de Alicante, UA, es la primera mujer rectora de la UA, cargo para el que fue reelegida el pasado 28 de noviembre. Conversa con el diario La Razón, después de que se haya encontrado una solución de consenso a la guerra entre las dos universidades de la provincia de Alicante, UA y Universidad Miguel Hernández de Elche, UMH, por el grado de Medicina.
Alicante y la Comunidad Valenciana han sido noticia por un conflicto entre dos universidades por el grado de Medicina ¿qué opina?
La repercusión mediática se debe a que ha abierto heridas de hace 27 años. En su día trascendió política y mediáticamente que la Universidad Miguel Hernández, UMH, se creó segregando la carrera de medicina de la Universidad de Alicante, UA, y llegó incluso al Tribunal Constitucional. Eso fue una herida, una convulsión muy grande, para la Universidad de Alicante. Por eso, si 27 años después se había recuperado el grado de Medicina -que no era el mismo porque, en este caso, no se cogió esa facultad y se devolvió a la UA, sino que era otro grado- fue por tanto muy convulso que la UMH impugnará la creación del grado de Medicina cuando en esta ocasión no le quitaba a ninguna universidad.
En pleno contencioso entre universidades, el Consell se allana, es decir, se retira en el procedimiento judicial contra la implantación de la carrera en la UA…
Efectivamente y de nuevo se volvió a politizar y volvió a tener repercusión mediática.
Me pregunto si, al judicializar y politizar el asunto, ¿alguien pensó en los 172 alumnos matriculados en la carrera de medicina, en sus sueños y aspiraciones?
Sí, eso fue muy doloroso para mí, y pensé en los alumnos y en sus familias. De hecho, en mi discurso de apertura del año académico dije que tenía 172 razones por las cuales volver a presentarme a rectora. Es verdad que los alumnos tuvieron un comportamiento ejemplar porque confiaron en nosotros, que les dijimos que estuvieran tranquilos mientras el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana decidía sobre el grado. También es verdad que el propio presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, manifestó públicamente que los derechos de los estudiantes iban a estar garantizados.
Y luego llegó el fallo a favor del mantenimiento del grado de Medicina en la UA…
Sí, la resolución y el fallo del TSJ ha sido una gran tranquilidad para todos; ha sido una gran noticia, siempre he confiado en ese fallo; jurídicamente lo tenía muy claro y afortunadamente el TSJ, también. Creo que hay que pasar página.
¿Está cerrado el conflicto entre las dos universidades?
Por mi parte, sí, y creo que por parte de la UMH, también.
¿Cómo valora el papel del presidente Carlos Mazón en el conflicto entre universidades?
Mazón ha tenido varias fases en este conflicto, porque probablemente consideraba que mantenerse neutral debía hacerlo a través de un allanamiento en ese proceso judicial. Creo que eso jurídicamente no fue acertado. En un segundo momento garantiza los derechos de los estudiantes y luego, en un tercer momento, una vez que ya tenemos el fallo del TSJ, yo creo que ahí ya indubitadamente él también ha querido pasar página y la Conselleria de Sanidad ha ayudado mucho.
Entiendo que al convertir todos los hospitales públicos de la Comunidad Valenciana en universitarios…
Sí, porque efectivamente, la provincia de Alicante ha cambiado mucho desde hace 40 años y por lo tanto ahora hay dos grados en medicina y ahora habrá otro grado en Enfermería, el de la UMH, por lo tanto todo el sistema público sanitario debe estar al servicio de esa formación.
Qué supondrá que haya en la Comunidad Valenciana 27 hospitales universitarios, frente a los 13 de ahora…
En la formación de las carreras sanitarias son fundamentales las prácticas y además hay una directiva europea que obliga a que este tipo de carreras tengan un nivel de prácticas clínicas muy elevado, porque son una carreras muy profesionalizantes, y hay que estar en los hospitales y aprender ahí haciendo prácticas. Por tanto, todo el sistema sanitario público debe estar al servicio de esa formación clínica y para esa formación clínica los hospitales tienen que estar acreditados para la docencia. Además, la mayoría de los hospitales quieren ser universitarios porque les interesa mucho el realizar labores de formación y de investigación, y fidelizar así a esos alumnos para que luego hagan la residencia en esos hospitales. Con ello se genera una estrategia para fortalecer la asistencia sanitaria en comarcas de la provincia que necesitan determinados especialistas. Por ejemplo, un alumnos de la UA puede hacer prácticas en un hospital de Alcoy, con especialidad en dermatología, y al final de los estudios, si ese hospital le ofrece un contrato, pues se queda a trabajar allí.
Por qué no se ha hecho hasta ahora…
Porque hasta ahora en la provincia estábamos en una zona de confort, la UA con la carrera de enfermería, y la UMH, con la de medicina. Y de la crisis entre las dos universidades han salido cosas muy buenas porque va a existir una colaboración estrecha entre ambas universidades, con grados compartidos y recursos e infraestructuras y prácticas, también compartidos, y para toda la Comunidad Valenciana.
¿Está suficientemente clara la diferencia en la calidad de la enseñanza entre las universidades públicas y las privadas?En la tradición española, las universidades públicas son de muchísima mayor calidad que las privadas; entiendo que haya muchas personas que estudien en la privada, cuando la oferta que da la universidad pública no sea suficiente o no haya una universidad pública que imparta ese título, por ejemplo, veterinaria. Es una carrera muy difícil estudiarla en la universidad pública y en la Comunidad Valenciana, solo hay una privada. O Medicina, si no les da la nota a los alumnos, entiendo que vayan a la privada. Además, en el modelo español y europeo, tu aspiras a la universidad pública porque es de mejor calidad, y si no te da la nota para la carrera, vas a la privada; algo que no ocurre en el modelo estadounidense en el que la privada tiene el prestigio de, por ejemplo, Harvard y a la pública van las personas que viven de la beneficencia.
Un paradigma el de España que es muy diferente al de EE UU, sin duda…
Sí, el paradigma en la universidad española y europea siempre ha sido una universidad pública de calidad, salvo universidades privadas de calidad, como la de Navarra, que también las ha habido y que han sido minoritarias. Pero lo que nosotros pedimos es que, si a las universidades privadas se les exijan los mismos criterios de calidad que a las públicas tanto en especialización del profesorado, si es doctor o no; qué infraestructuras tienes, cuáles son los rendimientos académicos de los estudiantes; qué control de calidad tienes de tus títulos cada seis años. No se puede abrir universidades privadas sin ese criterio de calidad, como si fueran setas, porque a la larga se pueden perder alumnos en la universidad pública y por tanto inversión, y si se puede dejar morir la universidad pública, y vamos a ir a parar a un modelo como el americano, pero sin la calidad de las universidades de EE UU.
Es la primera mujer rectora de la UA y repite mandato ¿qué consecuencias tiene la desigualdad entre hombres y mujeres en la sociedad?
La desigualdad de la mujer es un desperdicio para el progreso de la humanidad, independientemente de que sea un problema de derechos fundamentales -todas las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres- y, siempre he reflexionado sobre cómo habría sido la sociedad, si hasta hace apenas hace 50 años se hubiera tenido también en cuenta las mujeres; es decir, hemos desperdiciado mucho talento… ¿cuántas Marie Curie habría habido? ¿Cuántas profesionales exitosas habría habido? Una vez que ya las mujeres nos hemos incorporado a ese mundo académico y laboral - eso sí, en el mundo occidental, no olvidemos que hay muchas partes en el mundo en que las niñas siguen sin poder estudiar o siguen sin poder acceder a cargos de responsabilidad-, pero incluso en el mundo desarrollado, en mundo occidental hay mucho sesgo a la hora de elegir la carrera.
Sesgo que sí o sí perpetúa la desigualdad entre hombres y mujeres…
Sí, a las niñas, por ejemplo, les da miedo las matemáticas o las ingenierías o las ciencias experimentales, mientras que los chicos, o bien por la nota que exigen, o bien por el ámbito al que se dedican, abandonan más el ámbito de la educación y el ámbito de la de la sanidad. Es algo que hay que analizar, diagnosticar y a lo que poner freno. Si queremos un mundo igualitario, también tiene que haber ingenieras y enfermeros y maestros.
¿Amparo Navarro pensó alguna vez qué sería rectora de la universidad en la que estudió?
No, en absoluto. Cuando estudié derecho quería ser abogada, no pensaba que iba a ser catedrática de universidad. Luego me gustó tanto la Universidad, que me quedé y la único a que aspiraba a ser catedrática de Universidad, porque admiraba mucho a mis maestros, y quería ser como ellos. Cuando fui decana de la Facultad de Derecho, que fue mi primer cargo de gestión, me enamoró la gestión universitaria como una función de servicio público a mi Universidad y, desde luego, ser rectora es el máximo honor que he tenido en mi vida profesional y mi vida académica.
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