La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 66 años por un delito de maltrato animal por abandonar, dentro de una bolsa de plástico cerrada entre la maleza de una parcela en Antella (Valencia) y a una temperatura exterior de 38 grados, a diez cachorros de podenco valenciano recién nacidos que murieron.

Al detenido también se le atribuyen diez denuncias por infracciones administrativas a la Ley 2/2023, de Protección, Bienestar y Tenencia de Animales de Compañía y otras medidas de Bienestar Animal en la Comunitat Valenciana, informa la Guardia Civil en un comunicado.

Agentes de la Guardia Civil se encontraban realizando un servicio de vigilancia de la masa forestal y quemas no autorizadas en prevención de incendios por el término de Antella cuando fueron requeridos por un vecino que, paseado por la zona de los Cuatro Caminos había escuchado aullidos, pero no podía acceder hasta los animales al ser una parcela llena de maleza y zarzales.

Tras acompañar a los agentes hasta el lugar, éstos accedieron entre la maleza a la citada parcela, y observaron que en el interior de una bolsa de plástico cerrada había una camada de diez cachorros de can recién nacidos, de los cuales cinco de ellos ya estaban muertos.

Los cinco cachorros aún vivos fueron trasladados de forma urgente hasta una clínica veterinaria de Alberic, pero fallecieron ya que tenían un muy alto grado de deshidratación y golpe de calor.

Los agentes abrieron una investigación para esclarecer los hechos por un supuesto delito contra los animales y, tras una compleja investigación, localizaron a la madre de los cachorros tras inspeccionar numerosas casetas situadas en la zona donde se encontró a los cachorros.

Tras identificar a su dueño, un hombre de 66 años y nacionalidad española, fue detenido como autor de un delito contra los animales por el depósito y abandono en el interior de una bolsa de plástico cerrada de los 10 ejemplares de cachorros de perro de raza podenco valenciano.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Seprona de Navarrés y las diligencias fueron entregadas en los Juzgados de Alzira y la Fiscalía de Medioambiente de Valencia.