Sostenibilidad ambiental

Energía verde al alza: España marca un nuevo récord en renovables

Casi la mitad de la energía eléctrica del país se deriva de fuentes verdes, según datos de Redeia, la empresa responsable del transporte eléctrico

El autoconsumo compartido ha venido para quedarse, y para ir cada vez más lejos.
El autoconsumo compartido ha venido para quedarse, y para ir cada vez más lejos.La Razón

La semana pasada, se informó que desde enero, el 49,9% de la electricidad generada en España proviene de fuentes renovables. Esto indica que casi la mitad de la energía eléctrica del país se deriva de fuentes verdes, según datos de Redeia, la empresa responsable del transporte eléctrico. De hecho, el 3 de noviembre, se estableció un récord histórico en renovables en el Estado, con una contribución del 73,3% al mix energético.

Este anuncio es especialmente significativo en un momento clave para el país, que se esfuerza por alcanzar sus metas de sostenibilidad y reducción de emisiones de CO2. Estos datos reflejan una tendencia creciente en Europa, destacando no solo la producción de energía verde, sino también el aumento del autoconsumo local. El autoconsumo se está convirtiendo en un elemento esencial de la transición energética.

El desafío principal del autoconsumo energético, especialmente en el ámbito doméstico, radica en la desconexión entre las horas de generación de energía solar y los picos de consumo. Esta discrepancia se debe principalmente a la demanda nocturna de iluminación y calefacción, así como al tiempo que pasamos fuera de casa durante el día.

Para enfrentar este desafío, están surgiendo innovaciones como las baterías virtuales, descuentos en los periodos más costosos y, notablemente, el autoconsumo compartido o las "comunidades energéticas". Estas comunidades permiten que la energía no consumida por un miembro sea utilizada por otro, optimizando así los costos de instalación y mantenimiento. Sorprendentemente, este modelo es rentable incluso sin subvenciones estatales, aunque actualmente hay numerosas ayudas disponibles.

“A pesar de una desaceleración comparativa con el boom de 2022, el autoconsumo sigue creciendo y supera los niveles de 2020-2021. El autoconsumo compartido, en particular, ha experimentado un notable aumento incluso en comparación con el año pasado”, comenta Victor Garrido, de CEL Management, una empresa que administra más de 60 comunidades energéticas en España. Se espera que estas comunidades superen agregadamente los 3 Megavatios pico instalados en el primer trimestre de 2024.

La reciente legislación europea y nacional sobre comunidades energéticas ha sido un punto de inflexión. Según el último BOE, estas comunidades ahora pueden no solo producir, almacenar y compartir su propia energía, sino también venderla. Esto no solo supone un ahorro en la factura energética, sino también beneficios económicos para la comunidad, que puede reinvertir los ingresos de la venta de excedentes en mejorar la infraestructura local, electrificar instalaciones térmicas antiguas, etc. El concepto de 'prosumidor' está ganando fuerza, permitiendo a estos actores acercarse a ser mini-comercializadoras de energía.

Sin embargo, no se puede pretender que una asociación o una empresa en un polígono industrial opere en el mercado como una comercializadora convencional. Al menos, todavía no.

Este nuevo paradigma energético conlleva procesos administrativos y de gestión complejos. La eficiencia en el intercambio de documentación, lecturas de consumo, datos y facturación es crucial. Aquí es donde herramientas de software especializadas, que integran y explotan datos de diversas fuentes, se vuelven indispensables.

QUIXOTIC 360 es una de estas herramientas. “Acelerada” por Lanzadera en 2021, esta startup, que ha revolucionado el mundo de la energía, recibió durante más de dos años el apoyo de Marina de Empresas, iniciativa de Juan Roig. Pasaron de gestionar 15.000 puntos de suministro a más de 700.000 a su salida del programa. Las comercializadoras utilizan QUIXOTIC 360 para facturar energía, baterías virtuales, placas solares y cargadores de vehículos eléctricos, todo en una misma factura. Además, los gestores de comunidades energéticas usan la plataforma para administrar instalaciones de autoconsumo colectivo y puntos de recarga, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de CO2.

Hace apenas un año, el autoconsumo sin peajes e impuestos en España estaba limitado a 500 metros lineales entre la instalación solar y el punto de consumo. Hoy, apenas doce meses después y tras dos cambios regulatorios, el límite es de dos kilómetros. En Portugal, son cinco kilómetros y Francia aprobó en octubre ampliarlo a veinte kilómetros. Queda claro que el autoconsumo compartido ha venido para quedarse, y para ir cada vez más lejos.