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Ford, ante el mayor desafío desde su apertura en Almussafes: plantea un ERE de 1.622 trabajadores

Cerca de 600 despidos serán estructurales mientras que para el resto se buscará una solución de transición hasta 2027

Desde que el pasado mes de abril cesó la producción del modelo Transit, los empleados de la planta de Ford en Almussafes estaban a la espera de conocer la cifra exacta de trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que iba a aplicar la compañía por el excedente de plantilla.

Finalmente, y tras varias reuniones previas, la multinacional trasladó ayer a los sindicatos representados en el Comité de Empresa que serán 1.622 las personas afectadas por el ERE. 600 son despidos estructurales y para los otros mil se podría negociar una solución de transición hasta que comience la producción del nuevo vehículo multienergía en el año 2027.

Tal y como informó ayer la empresa, de este modelo se producirán unas 300.000 unidades al año y no será totalmente eléctrico, lo que garantizará niveles de carga de trabajo y empleo superiores a una plataforma eléctrica.

La compañía aseguró ayer que está comprometida a trabajar «constructivamente» con la representación de los trabajadores y con los gobiernos nacional y autonómico para encontrar todas las oportunidades posibles para «reducir el impacto en los empleados de Ford, sus familias y la comunidad local».

Mecanismo Red

Por su parte, la consellera de Industria, Nuria Montes, pidió ayer al Gobierno de España que active el mecanismo Red para todo el sector de la automoción, que afronta unos años difíciles en los que va a necesitar «protección» para su capital humano.

Montes aseguró que es «la oportunidad perfecta» para esa medida de flexibilización y estabilización del empleo, que activa el Consejo de Ministros para un sector de la economía o por un ciclo temporal determinado a través de suspensión temporal del empleo o reducción de jornada.

El sector está afectado «por la indefinición del mercado del automóvil y va a tener que pasar unos años de dificultades y necesita ser protegido, sobre todo su capital humano», manifestó.

La consellera insistió en que el balón está «en el tejado del Gobierno» y agregó que Ford no es un asunto regional: «Es una fábrica que produce para toda España, toda Europa y todo el mundo».

También señaló que el Gobierno de la Generalitat ya ha anunciado la puesta en marcha de medidas que comprenden acciones de formación y recualificación profesional y la creación de una comisión interdepartamental para aunar esfuerzos de varias Consellerias y estar «en el día a día» del ERE y poder tomar las medidas oportunas.

Por su parte, el Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (AVIA) aseguró ayer que está trabajando con distintas entidades de formación, para tratar de identificar las necesidades formativas, a corto y medio plazo, tanto para trabajadores que cambian de destino profesional, como para aquellos que tienen que actualizar sus conocimientos, de cara a los nuevos retos.

Desde 2020, cuando se produjo la pandemia de la covid, los problemas en el suministro y la falta de componentes y el cese de producción de modelos han derivado en sucesivos ERTE renovados cada tres meses en la planta valenciana, el último vigente hasta el próximo 31 de julio.

Asimismo, el nuevo ERE anunciado será el cuarto que se aplique en la factoría en los últimos cuatro años. En los tres anteriores, el ajuste ha mermado la plantilla en 1.900 personas, y de los cerca de 7.000 trabajadores que había en marzo de 2020, actualmente rondan los 4.800.

El cese de modelos ha convivido con los problemas de abastecimiento y nuevos planteamientos para afrontar los cambios que trae la electrificación al mercado de automóviles: en el último quinquenio la planta valenciana ha visto irse de la producción la Transit -abril de 2024-, S-Max y Galaxy -2023- y el Mondeo -2022-.