Opinión

Se llama soledad

En la tribu, leáse en edificios de colaboración entre vecinos, la vejez es menos vejez y la soledad es menos soledad

Imagen del nuevo edificio intergeneracional de Alicante en el que convivirán personas mayores de 65 años y menores de 25 años
Imagen del nuevo edificio intergeneracional de Alicante en el que convivirán personas mayores de 65 años y menores de 25 añosLa Razón

Se llama Matilde, y no es de Alicante; es del norte de España y llegó a la ciudad, que ya es su casa, en busca del calor y el sol del Mediterráneo. Todas las tardes entra al bar de su calle para que le den un buenas tardes, un cómo estás o un buenas noches, y encontrar así otro calor diferente, y complementario, al del sol. Cada vez que sale de la cafetería lanza un adiós al aire, a voz en cuello, para que cale en el mayor número de personas posible y sentirse más acompañada. Sufre una enfermedad que se llama soledad.

A sus más de 70 años es un corazón afligido que late en el cuerpo de una mujer fuerte y con mucha vitalidad. Así que cuando leo en la prensa que Alicante tendrá un segundo edificio intergeneracional -solo el término me encanta por su etimología- primero me viene a la mente Matilde y luego esbozo una sonrisa. El edificio en cuestión estará en el barrio de Benalúa y convivirán en diferentes plantas personas personas mayores de 65 años con otras, menores de 35.

Indago y descubro que Alicante, mi ciudad, tomó la delantera en 2018 en España en lo que entonces los medios de comunicación tildaron de experimento social, con otro edificio, el de la Plaza de América, de las mismas características. Tan revolucionaria le pareció a China la iniciativa que para hallar soluciones al envejecimiento de su población, la televisón pública de Hong Kong se desplazó hasta la Plaza de América de Alicante, en 2018, para hacer un reportaje e importar ese modelo de convivencia a su país. Y en 2018, es decir, antes de que el aislamiento por el confinamiento del Covid -que vino de China- causara estragos en los cuerpos y en las almas de los más vulnerables, los ancianos, y en los de los menos vulnerables.

Pues eso, que en la tribu, léase en edificios de colaboración entre vecinos, la soledad es menos soledad y la vejez menos vejez.