Opinión
Pan y música
Spring Festival, bandas de música en las Hogueras de San Juan y el Fijazz, todo en Alicante. ¿Alguien da más?
- Almudena, ya está bien de pan y circo
Y esa frase que me dice mi gran amiga Cristina -está en el núcleo duro de mis amistades- me hace reflexionar. En parte porque lo dice una mujer inteligente, más bien muy inteligente, y comprometida al cien por cien con la sociedad, con el mundo que le rodea. Le doy vueltas y en mi fuero interno pienso y digo, no. El pan tiene un pase, que lo compro a diario y en las panaderías del Mercado Central de Alicante; pero el circo, no, al circo no renuncio.
Y el circo en este caso es música, empezando por el Spring Festival, continuando con las Hogueras de San Juan, y las maravillosas bandas de música de nuestra provincia, y rematando en julio, y a lo grande, con el Fijazz.
En el Spring Festival la marca supera el cartel de artistas; o el continente al contenido. Y de ese festival al que acudí por primera vez en el puerto de la ciudad, sin conocer ni a un solo grupo, el evento parece otro y el luego es otro, un recinto en Rabasa. Tiene gracia, y mucha, que en Navidad se monté en ese mismo espacio la feria de atracciones para niños. Porque en el Spring Festival todos nos convertimos de una u otra forma en niños.
Eso sí, siempre hay un talibán de los géneros musicales que esgrime eso de que “a mí es que el indie no me gusta”. Callo y pienso, ¡ay madre!, no se está enterando de nada. Esto no va de indie ni de rock ni de músicos trasnochados, esto va de música, es decir, de circo. De olvidarte de que hoy es hoy, mañana, mañana y pasado mañana, pasado mañana.
Este año asistí de nuevo sin conocer prácticamente a nadie de los que tocaban. Y me quedó más que claro que el hecho de que el festival se organice fuera del casco urbano es un súper acierto. El otro súper acierto, que el recinto en cuestión está cada vez mejor acondicionado. Ya no es lejano oeste. Y así la afición crece, y subiendo, y le doy una matrícula de honor a los organizadores, del primero al último.
Y para romper las reglas, y desmontar el dicho de que nadie es profeta en su tierra, Alicante tiene a Josep Vicent, al frente de la Orquesta ADDA Simfònica; profeta como ninguno por llevar el nombre de la provincia por medio planeta gracias a esa obra maestra que es su disco tributo a Chick Corea. Un disco que, en forma de concierto, regresa al ADDA, su cuna, lugar en el que se gestó, como parte de la programación del Fijazz y en julio. Sí, sí ahora es el turno de quienes juegan en la liga de “a mí es que el jazz…”. Que no va de eso. Que va de circo, que va de música, que va de soltar el corsé, de derribar barreras y esquemas mentales, y simplemente dejarse llevar. Pues eso, circo, música, Spring Festival, bandas de música y jazz en vena. Y todo, en Alicante. ¿Alguien da más?
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