
Agricultura
El sector trufero valenciano celebra «el marco normativo más adecuado de España»
Piden también una marca de calidad de la Comunitat Valenciana y desarrollar la normativa.

Las tres asociaciones de la Comunitat Valenciana han celebrado muy positivamente la reciente convalidación en Les Corts Valencianes del decreto ley que cambia la consideración del cultivo de la trufa como cultivo agrícola, y no forestal como venía siendo hasta ahora.
Tanto Trufcas (Asociación de Truficultores de Castellón, como Truval (Asociación de Truficultores de la Comunitat Valenciana) y Acrtpv (Asociación de Cultivadores y Recolectores de Trufa de la Provincia de Valencia) han celebrado la aprobación de las «medidas urgentes para la mejora de la fiscalidad verde y el desarrollo de la actividad económica en la Comunitat Valenciana» al tiempo que valoran muy positivamente la modificación de la Ley Forestal «por responder a una demanda unánime del sector que ya hemos expresado en anteriores declaraciones».
En este sentido, destacan que «se ha conseguido sin duda alguna, el marco normativo más adecuado para la truficultura de todos cuantos existen en España y está llamado a ser referente para la demanda de nuestros colegas de otras comunidades frente a sus administraciones y así nos lo han expresado», explican en un comunicado conjunto.
Es una norma llamada a facilitar la implantación del cultivo de la trufa, con una reducción notable de la carga burocrática, tanto en suelos propiamente agrícolas, como sobre terrenos forestales, sin que estos –unos y otros- pierdan su condición original en ningún caso.
Desde las asociaciones destacan que «lejos queda ya la figura del cultivo forestal temporal que tanto nos enojó, por cuanto, lejos de fomentar la truficultura, la penalizaba con limitaciones incomprensibles y una carga burocrática inasumible. También nos aleja de otras realidades próximas, donde las normativas autonómicas convierten en forestales los terrenos agrícolas (confiscación del uso del suelo), por el mero hecho de plantar carrascas o robles para cultivar trufas como si ocurre en Castilla- La Mancha, La Rioja o Andalucía entre otras.
Interés medioambiental
Los truferos destacan también que «el interés general en materia de medio ambiente sale ganando con cada nueva plantación, ya que, terrenos no rentables con otros cultivos, en lugar de abandonarse y dejar que se repueblen espontáneamente con vegetación muy inflamable como las aliagas o el fenás, plantadas para la trufa, suponen áreas cortafuegos sin coste para el contribuyente».
También destacan su contribución en el mantenimiento de las instalaciones, «y en lo que a la lucha contra los incendios forestales se refiere, hay que sumar mejoras en caminos, puntos de agua nuevos (pozos para riego) y hasta la colaboración - con medios propios- de los truficultores puestos a disposición de los profesionales de la extinción cuando resulte necesario» y recuerdan en este sentido «el incendio de Bejís de mediados de agosto de 2022.
Además, recuerdan que «las bellotas de carrascas y robles abundantemente producidas en las plantaciones, son dispersadas por agentes naturales como hurracas, arrendajos, por lo que no hay duda de que – ellos y nosotros- contribuimos al fomento de la vegetación arbórea autóctona tan idealizada por la sociedad urbana».
Y concluyen que desde el punto de vista de la economía rural, es una de las actividades económicas que, debidamente fomentadas como hicieron en su día Aragón y Cataluña, continuará fijando población y alejando el fenómeno de la despoblación de los municipios del interior en las comarcas de La Plana de Utiel- Requena, La Serranía, Rincón de Ademuz, Alto Palancia, Alto Mijares, ‘lAlcalatèn, Alt Maestrat y Els Ports.
Por último, consideran que es el momento de abordar toda la problemática que arrastran, tales como los daños a la producción (escarabajo de la trufa, jabalíes), la regulación reglamentaria adecuada a la realidad de la truficultura o una marca de calidad de la Comunitat Valenciana.
Protagonista de la gastronomía de Els Ports
Por otra parte, cabe destacar que el pasado viernes 24 de enero se celebró el acto de presentación de su 22ª edición de las Jornadas de la trufa de Morella. Éste fue el pistoletazo de salida de las jornadas que tendrán menús especiales y otras actividades alternativas disponibles hasta el 16 de marzo.
Morella es un pueblo conocido por todos los atractivos arquitectónicos y culturales que le rodean y que le ha convertido en un referente turístico que acoge a miles de visitantes durante todo el año. En los últimos años, también ha cobrado especial importancia su variada gastronomía que ofrece platos tradicionales y de vanguardia con productos de proximidad en los diferentes establecimientos. Así, en estos meses de invierno el protagonismo es para la trufa negra, un producto versátil para elaborar gran cantidad de platos dulces y salados.
Alrededor de este hongo, nacieron hace más de 20 años las Jornadas de la trufa Morella-Els Ports que tienen la finalidad de mostrar la riqueza de los productos con la participación de restaurantes y establecimientos de la comarca.
Por lo que respecta a los restaurantes, este año participan el Cardenal Ram, Casa Roque, Daluán, El Mesón del Pastor, Pizzería Lola y Vinatea de Morella; El Faixero y Reviscolem el Ring de Cinctorres y la Hostatgeria Sant Jaume de Coratxà. Además, habrá talleres con degustaciones en Casa Roque y visitas guiadas con Noverint, las cuales finalizarán con cata de productos y trufa en la quesería El Pastor de Morella y Casa Guimerà. Estas jornadas tienen como protagonista la trufa negra dels Ports.
También en Benassal
Por otra parte, el fin de semana del 22 y 23 de febrero Benassal celebrará la XXI Mostra de la Trufa Negra 2025 para «difundir y anunciar uno de los productos más preciados del sector gastronómico y que producimos en Benassal y en el Alt Maestrat: la trufa», como explicó la alcaldesa del municipio, Èlia Garcia.
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