Medio ambiente

Los tres motivos por los que los embalses del Júcar se salvan de la sequía

Los volúmenes de agua almacenados están por encima de la media de los últimos 20 años

La sequía en el sur de Alicante se ha convertido en estructural
La sequía en el sur de Alicante se ha convertido en estructurallarazon

La cuenda del Júcar se salva, de momento, de las restricciones. Mientras los cultivos de secano pasan por momentos de mucha incertidumbre, la Confederación Hidrográfica del Júcar considera que la buena situación general de las reservas almacenadas de agua permitirá «atender con garantías las demandas de la campaña de riegos», si bien los usuarios, además, se han comprometido a hacer «un uso racional y eficiente del agua, ante la falta de precipitaciones».

Durante los días 21, 25, 27 y 28 de abril se han celebrado las sesiones relativas a los embalses de doce secciones de explotación: Marina Baja, Serpis, Tibi, Turia, Arquillo de San Blas, Palancia, Júcar-Cabriel, Magro, Almansa, Mijares, Cenia y Onda.

Durante estas reuniones se ha informado a los usuarios sobre la situación hidrológica actual que, ante la falta de lluvias durante los últimos meses, coloca la precipitación media en la demarcación en lo transcurrido de año hidrológico, en 174 milímetros, valor inferior a la media de los últimos 32 años hidrológicos a fecha actual (232,5 milímetros ) y de la del año hidrológico anterior (308 milímetros).

Fuentes del organismo han precisado que la situación en la cuenca no es de alarma por tres razones: la excelente pluviometría del año pasado, la gestión eficiente y el uso eficiente que se hace del agua. El volumen actual almacenado en el conjunto de los embalses explotados por la Confederación Hidrográfica del Júcar es de 1.750 hectómetros cúbicos, lo que supone algo más del 60 por ciento de la capacidad total de embalse de la demarcación.

Este valor supera la media de los últimos 10 años (1.522,30 hectómetros cúbicos), y está por encima de los valores medios de los últimos 20 y 5 años (1.386,30 hectómetros cúbicos y 1.469,20 hectómetros cúbicos, respectivamente).

La situación, por tanto, de volumen total almacenado puede considerarse como buena, siendo el quinto mejor año de la serie de los últimos 32 años, ligeramente inferior a la del año hidrológico anterior 1.771 hectómetros cúbicos.

Señales de alerta

Sin embargo, desde la Confederación han advertido sobre un «ligero» empeoramiento de los indicadores tanto de sequía prolongada (asociada a las precipitaciones del último año) como de escasez (relacionado con las demandas de agua).

En concreto, todos los sistemas de explotación están en el escenario de normalidad a excepción del Palancia-Los Valles, que entró en marzo en situación de sequía prolongada.

En lo relativo a los indicadores de escasez, todos los sistemas siguen en un escenario de normalidad, aunque con tendencias a la baja. debido a la “excepcional” falta de precipitaciones de los últimos meses.

De acuerdo con la situación, la CHJ prevé que tanto los caudales ecológicos como las demandas relativas a los derechos concesionales de los distintos usuarios, en especial los de riego agrícola, “se verán atendidas con normalidad” durante la presente campaña estival.

Asimismo, la Confederación ha agradecido el hecho de que los usuarios “han mostrado su buena disposición a seguir haciendo un uso racional y eficiente de los recursos hídricos disponibles, en un prisma de ahorro de cara a los próximos meses y al año próximo”.

El organismo ha prometido asimismo llevar a cabo “un seguimiento riguroso de la situación” que le permitiría adoptar medidas si fuera necesario, para lo que se convocarían nuevas sesiones de la Comisión de Desembalse.