Política

Vox trata de quitarle la portavocía a Badenas, en Valencia

Catalá dice que la gobernabilidad esta asegurada y la secretaría general trata de nombrar un nuevo portavoz

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá. REMITIDA / HANDOUT por AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 12/11/2024
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá.AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIAEuropa Press

Los equilibrios que está realizando la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, para asegurar la gobernabilidad en el Ayuntamiento de Valencia son más propios de la microcirugía que de la política.

Por una parte, ha conseguido que la dirección nacional de Vox le haya asegurado que los cuatro concejales de la formación seguirán dando apoyo al Gobierno municipal del PP que ella encabeza, a pesar de haber suspendido de militancia a uno de los ediles y portavoz del grupo hasta ahora, Juanma Badenas.

Sin embargo y a pesar de la desautorización en toda regla que ha supuesto la medida, Badenas parece que permanece en el grupo Vox -aunque en un limbo de suspensión temporal- y por lo tanto acata la disciplina del partido en cuanto al voto, algo que todavía no se ha comprobado al no haberse celebrado aún pleno alguno. Solo de este modo, la alcaldesa podría decir que tiene la garantía de Vox sobre la gobernabilidad del Ayuntamiento.

Sin embargo, cosa distinta es el funcionamiento del grupo municipal de Vox, que desde el día que se conoció la sanción a Badenas, guarda un silencia sepulcral.

Pues bien, según dijo esta mañana la alcaldesa de Valencia, la secretaría general del Consistorio capitalino estaba intentando recabar las firmas de los concejales de Vox para realizar la sustitución de su portavoz, algo que evidentemente no puede decidir la dirección política de Madrid, por más que no crean en la descentralización autonómica.

Debe ser la mayoría de los ediles del grupo municipal los que decidan cambiar al portavoz, pero en esa tesitura, las fuerzas empatan dos contra dos.

Por una parte está la corriente oficial de José Gosálbez y Mónica Gil, a las órdenes del partido; y por otra parte, el expedientado Badenas y su pareja y también concejala, Cecilia Herrero. Dos contra dos.

La alcaldesa no ha querido aclarar ayer qué sucedía si había empate en la votación para cambiar la portavocía, ni si era esa circunstancia la que provocaba que el grupo municipal aún no hubiera aclarado quién era su portavoz y guardara un mutismo absoluto.

Al parecer, los trabajos de la secretaría general chocan contra este escollo y la negociación debe estar siendo especialmente virtuosa, máxime cuando lo previsto es que Badenas acabe expulsado de la formación, lo que dejaría el gobierno municipal en un estado de debilidad absoluta dependiendo todas las decisiones del voto de Badenas quien, desde el grupo de los no adscritos,inclinaría la balanza hacia un lado u otro.

De momento, ni desde el gobierno municipal, ni desde el silente grupo de Vox se aborda esta circunstancia ni se aclara la dificultad extrema de las negociaciones dada la personalidad del edil expedientado.

La alcaldesa señaló que «Vox, que es nuestro socio de Gobierno, nos garantiza la gobernabilidad, es su responsabilidad garantizarla. Ellos tienen una situación interna por lo que vamos a seguir trabajando con ellos por esta situación y ellos garantizan la estabilidad». Y explicó que «el partido ha remitido un documento a la secretaría general del pleno solicitando el cambio de portavoz. Ese documento ha de ir acompañado de la firma del resto de concejales y me consta que la secretaría está hablando con los concejales del grupo».