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David Bowie, el cantante que nació dos días antes de su muerte

El artista acuño una personalísima presencia en los escenarios que influyó en grupos tan dispares como Kiss y Duran Duran, y marcó la moda

Dos mujeres frente a un mural dedicado al cantante británico David Bowie en Brixton, Londres
Dos mujeres frente a un mural dedicado al cantante británico David Bowie en Brixton, Londreslarazon

Nació el 8 de enero y murió el 10 de enero, unos días antes de lanzar el mercado su último álbum «Blackstar». La diferencia es que entre las dos fechas existen 69 años de diferencia. Hoy hace exactamente 74 años que nació el cantante y el domingo harán cinco de su desaparición. David Bowie fue uno de esos músicos que comprendió que la fundación de una leyenda no se sostiene sólo sobre una base musical, sino también sobre una fuerte personalidad y, sobre ese convencimiento, erigió un mito que influyó sobre el pop de su época creando un personaje como Ziggy Stardust, aireando una personalísima estética que convirtió en moda, pero sin renunciar a una perenne elegancia, a pesar de sus variopintas indumentarias y sus maquillajes, que hicieron que lo bautizaran como «El duque blanco». Y con toda la razón, probablemente, porque es de los pocos artistas del mundo del rock que fueron capaz de evolucionar y, más tarde, saltar sobre un escenario arropado con un traje sencillo y una corbata y parecer más transgresor, moderno y rebelde que un revolucionario cubano.

Que David Bowie venía marcado de su nacimiento parece evidente. Una estrella lo acompañaba desde niño. Según un rumor, una reyerta casual con un compañero de su colegio le amorató un ojo y, como consecuencia, le dejó una pupila de color diferente. Más allá de estos comentarios que pueden carecer de fundamento (todo héroe, no solo de la antigüedad, también contemporáneo, necesita de una mitología), lo cierto es que desde que era pequeño se sintió atraído por la música y se rodeó por amigos que sabían tocar instrumentos. Había nacido en Brixton como David Robert Jones. Pero ese chaval estaba predestinado a trabajar con las mejores voces de su época: Mick Jagger, Freddie Mercury o Iggy Pop. Ninguno de los tres pertenece al mismo movimiento musical, lo que da una idea de la versatilidad de Bowie para amoldarse a géneros diferentes.

Éxitos musicales y cinematográficos

Algunos de sus éxitos son incuestionables y han llegado a figurar en ciertos momentos claves de la humanidad. «Space Oddity», su primer éxito, de 1969, fue utilizado precisamente por la BBC para acompañar la llegada del hombre a la Luna. Pero esta no es la única canción inolvidable de un compositor que ha dejado una huella indeleble en grupos tan dispares como Joy Division, Kiss o esos muchachos buenos que se disfrazaron de malos llamados Duran Duran. «Fame», una canción la que alcanzó el número uno en las listas de Estados Unidos, es otro de los éxitos vinculados a su voz, y «Under Pressure» todavía sigue siendo uno de esos «hits» que suenan pertinazmente en las emisoras de radio de todo el mundo. Otras melodías que resuenan en los oídos de todos es «Heroes» o ese tonillo discotequero que aún subyace en «Let’s Dance». Pero en esta lista no podía faltar la conocidísima «Life on Mars?».

David Bowie, un hombre arrastrado por una vocación artística que lo llevó a tentar la pintura y la escritura, frecuentó el cine. Más allá de ese inolvidable triunfo que supuso la película infantil «Laberinto», donde acompañó, gracias a un personaje muy «pop», al lanzamiento de una actriz debutante, Jennifer Connelly, Bowie participó en célebres filmes, como «La última tentación de Cristo», de Martin Scorsese, donde interpretaba a Poncio Pilatos. Pero su presencia es notable en cintas como «El hombre que vino de las estrellas», «Feliz Navidad, Mr. Lawrence», ambientada en la Segunda Guerra Mundial o la muy conocida «El ansia», un filme de terror dirigido por Tony Scott que marcó una época.