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Tom Jones, todos los caminos conducen al escenario

El «Tigre de Gales» publica disco con 81 años y tras desoír algunos consejos médicos pidiéndole que baje el ritmo: «Pensé que nada me podía parar, pero llegó la pandemia»

Concierto de Tom Jones
Concierto de Tom JonesCRISTINA BEJARANOCRISTINA BEJARANO

Se encendieron algunas alarmas cuando Tom Jones canceló parte de una gira por un «problema de salud». Tenía entonces, antes de la pandemia, 78 años. «Mira, todo eso se sacó de madre. Tuve una infección en el tracto urinario. Se habría resuelto con un pinchazo y con unas pastillas, pero el médico me dijo que mejor parase», explica por videoconferencia Jones, que hoy tiene 81 primaveras y nuevo disco bajo el brazo, el excelente «Surrounded By Time». «Discutí con el doctor, no creas. Primero, porque no entendía cómo se produjo la infección si yo sexualmente no había estado con nadie. Me explicó que no tenía nada que ver con eso, pero qué más da. También, porque él insistía en que no tenía necesidad de dar unos cuantos conciertos. Y por supuesto que la tenía, ¿cómo que no? Estaban vendidas todas las entradas, la gente se había gastado el dinero y había reservado a sus canguros para esa noche. Eso me preocupa, y mucho. Además, no estoy preparado para retirarme», zanja el incomparable cantante, que ha hecho historia en la música por su torrencial voz y su sex appeal incomparables.

Ni un minuto que perder

«No voy a parar porque no sé hacer otra cosa. Actuar es como leer para mí. Me levanto por la mañana ¿y qué quieres que haga? No me quiero sentir como si ya no sirviese para nada. No. Me encanta cantar. Para mí, todos los caminos conducen al escenario. Por eso hago discos, entrevistas y programas de televisión, para actuar delante del público. En 2019 hice un “tour” que fue fantástico y me dijeron: el de 2020 está completamente vendido. Pensé: “¿Qué me puede parar? Nada”. Y llegó la pandemia. Bueno, pues ya estoy vacunado y, mierda, no tengo un minuto que perder», explica el de Gales con un torrente de palabras y energía al otro lado de una videollamada. «La audiencia está ahí y, si algo he aprendido después de tantos años, es que eso es lo importante», señala el de Gales, que lanza un álbum que se parece a un testamento vital con palabras de terceros.

«Eso es justo lo que este disco significa para mí. Que, si es el último, y espero que no, estoy muy orgulloso de él. Mi voz está tan fuerte y flexible como siempre y todas las canciones son partes de mi vida. Es la historia de mi vida en canciones que otros han escrito pero que es mi interpretación de su significado». También ha sido la primera vez que ha grabado en Gales, su tierra natal, y sigue sin dar nada por sentado. «El gran desafío es ¿le gustará a la gente? Es siempre un examen. Cada vez que entro al estudio, me desafío para hacer algo que emocione, que apele a la gente porque yo soy una persona que compra discos, y odio cuando me decepciona uno que me he comprado después de escuchar un buen single». El «Tigre de Gales» se sigue emocionando por la música «como cuando tenía 15 años. “Great Balls of Fire” es todavía enorme o “Good Golly Miss Molly” (tararea)... Mi colección de discos sigue mandándome mensajes desde el pasado. Y me encanta».

En el disco, de factura muy notable, incluso se permite jugar con la «spoken word», con el recitado más que con la entonación cantada. Es el caso de «Talking Reality Television Blues», un tema escrito por Todd Snider que recorre toda la experiencia vital del cantante como espectador: «Tenía 12 años cuando empezaron las emisiones de televisión y casualmente yo estaba en cuarentena en mi casa, enfermo de tuberculosis. Imagínate. Mis padres me consiguieron un aparato y bueno, presencié la coronación de la Reina Isabel II (esta entrevista se realizó antes del fallecimiento del Príncipe de Edimburgo). Y la canción habla de la llegada del hombre a la Luna, de la construcción de la realidad hasta alcanzar, por ejemplo, a Donald Trump, a quien conocí cuando estuve una temporada actuando en Atlantic City. Venía a verme y nadie se imaginaba que sería el presidente. Todo eso significa algo. Trump se hizo famoso en uno de esos programas de televisión (se refiere a «El aprendiz») y, por eso, la canción dice: “Reality killed by a reality star” (la realidad asesinada por la estrella de los realities)», cuenta Jones, que más de cuatro décadas después, ha aceptado interpretar «I’m Growing Old». «Me la ofreció Bobby Cole en Las Vegas. Quería que la cantase, pero yo le dije que no era lo suficientemente mayor para ponerme dentro del personaje y la narración. Necesito que la gente sienta que la canto de verdad. Tiene que sentirse que soy yo el que sujeta el cuchillo contra Delilah (ríe). Y le dije que, bueno, si alguna vez llegaba a tener 80 años... la cantaría. Él me dijo que tuviera en cuenta algo. La canción dice “me estoy haciendo viejo”, no “me he vuelto viejo”. Y yo creo que eso dice exactamente dónde estoy».