Publican el intenso amor entre Antoine de Saint-Exupéry y su esposa Consuelo
Un libro ha sacado a la luz en Francia las cartas románticas que el autor de “El Principito” envió a su mujer, a pesar de su fama de mujeriego y caprichoso
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Es de lectura obligatoria. Al menos, su existencia debe ser de inexcusable conocimiento. “El Principito”, publicado en 1943 por el autor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), ha vendido más de 200 millones de ejemplares en el mundo, así como ha tenido 450 traducciones y se ha convertido en el libro francés más leído de todos los tiempos. Esta novela es capital en la biblioteca de muchos lectores, narrando la relación de un misterioso príncipe estelar con una rosa, delicada y exigente, que ha estado cuidando en su planeta de origen. La flor, en la vida real, que Saint-Exupéry cuidó hasta sus últimos días, fue Consuelo Suncin, una artista salvadoreña con quien se casó en 1930.
Este romance fue el que inspiró a la hora de crear la que ya es considerada como una de las grandes obras de ficción del siglo XX. No obstante, como todo lo que conlleva dinero, esta fama ha provocado conflictos entre sus herederos. Hasta ahora, pues un nuevo libro que se publica en Francia podría sugerir una reconciliación entre ellos: se trata de una obra que contiene las cartas de amor entre Antoine y Consuelo.
Más de 160 misivas y telegramas han salido a la luz en Francia, adornadas con decenas de bocetos, fotografías y otros recuerdos de la pareja. Unas palabras de amor que evidencia hasta qué punto Exupéry, a pesar de su fama de mujeriego y caprichoso, estaba intensamente enamorado de Consuelo. “Consuelo tenía un carácter exuberante y él era muy depresivo. Sus amores múltiples no son una señal de donjuanismo, sino de una errancia afectiva”, explica su biógrafo, Alain Vircondelet, a la AFP.
“Consuelo, gracias desde el fondo de mi corazón por ser mi esposa”, escribe Saint-Exupéry, “si me matan, tengo a alguien a quien esperar en la eternidad”. No obstante, la familia del escritor nunca estuvo interesada en Consuelo. De hecho, tras su muerte, en 1979, casi se olvidaron de ella. Así lo explicó un miembro de la familia al biógrafo Paul Webster en la década de 1990: “Casarse con un extranjero se consideraba peor que casarse con un judío”.
Consuelo, escritora y artista, nació en El Salvador y murió en Francia. Y la ignorancia que recibió por parte de la familia de su marido no la dejó de lado: se vengó, en palabras de Webster, entregando la mitad de los derechos de autor a su jardinero y chófer, José Fructuoso Martínez, así como una gran cantidad de cartas de amor. Desató la guerra. En 2008, los Saint-Exupéry lo denunciaron con éxito.
Ahora, gracias a la publicación de estas cartas de amor, parece que la reconciliación está a punto de llegar. De hecho, los descendientes del autor, antes de colaborar en este proyecto, aseguraban en un comunicado que esta situación no ha sido más que una “guerra legal infructuosa de 18 años”.
“Esta obra no habría podido ver la luz sin la colaboración entre la Sucesión Antoine de Saint-Exupéry-d’Agay y la Sucesión Consuelo de Saint-Exupéry”, indicó la familia. Con esto, el resultado es una declaración de amor en forma de libro, aunque no figuran todas las cartas que existen: “El señor Martínez tiene un tesoro colosal sobre Saint-Exupéry y cada vez que me habla de ello me quedo boquiabierto”, advierte Vircondelet.