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Libros

Arturo Pérez-Reverte: «Los libros de aventuras son de una gran modernidad»

El escritor apadrina la unión de las editoriales Zenda y Edhasa en una colección dedicada a clásicos de aventuras

El escritor Arturo Pérez-Reverte
El escritor Arturo Pérez-ReverteJeosmLa Razón

Las editoriales Zenda y Edhasa suman fuerzas para lanzar una ambiciosa colección literaria dedicada a los libros clásicos de aventuras. Una iniciativa que aspira a atraer a los viejos lectores de antaño, que crecieron con el imaginario que brindan obras inmortales como «Los tres mosqueteros», «La isla del tesoro» o «Miguel Strogoff», pero que no deserta de la tarea de enganchar a los jóvenes que hoy tientan los caminos de la lectura (y los diversos adarves de su territorio) para enseñarles que el anhelado espíritu de la aventura no discurre únicamente por alejados mundos de fantasías espaciales y orbes plagados de orcos, sino que su esencia también puede encontrarse en islas abandonadas, estepas heladas, desiertos de horizontes infinitos y, sobre todo, en esa amalgama de seres de diversa catadura y molde, valientes, cobardes, amilanados, embravecidos, buenos o malvados, que forman esa caterva de criaturas de singulares rasgos y anclajes que, una vez hemos conocido, perviven para siempre con nosotros.

Lo hacen, además, en unos volúmenes atractivos, que no abjuran de lo estético por incidir en los pragmático, que presenten un aspecto muy inglés, disponen de una noble ligereza (apropiada para convertirse en buenos camaradas de viaje), cuentan con el atractivo de lo que ha sido cuidado con detalle y traen la portada rematada con un dibujo de Agusto Ferrer-Dalmau y una introducción firmada por Arturo Pérez-Reverte. «Los libros de aventuras son de una modernidad extraordinaria», reivindica el autor del Capitán Alatriste y de «El italiano» (Alfaguara). Para él, esta nueva andanza editorial es el maridaje perfecto entre los lectores que porta «Zenda», un millón al mes, con los fondos editoriales que ya posee Edhasa; es la conjunción oportuna entre internet y el antiguo y noble oficio de publicar libros.

La intención es sacar seis libros al año en un principio y parten de todo un hito: «Las cuatro plumas», de A. E. W. Mason, un clásico de la literatura que tendrá una tirada de 3.000 ejemplares y que se podrá encontrar en todas las librerías. Después, ya en febrero, llegará «El enigma de las arenas», otro de esos relatos cautivadores que pocos recuerdan y muchos todavía no han explorado con una apropiada lectura. Tiene esta colección la oportuna vigencia de recuperar libros olvidados, sin publicar, y que recuperan la aristocrática sombra que proyectaban las viejas bibliotecas familiares que antes existían en los hogares o ayudar al profesor que aconseja en el instituto. «Creo que esta colección de Zenda y Edhasa atraerá a muchos jóvenes, porque cuando un libro los atrapa, ellos siempre se revelan muy generosos en la lectura. Pero no son libros destinados únicamente a chicos -comenta Arturo Pérez-Reverte-, sino que también están pensados para todos aquellos lectores ya adultos, hechos intelectualmente, que tienen la mirada formada, y que sienten una nostalgia o un deseo por las aventuras que vivieron antes. Personas que ya saben discernir bien y que entienden las situaciones que se les muestra».

“LÉETE ESTO”
Por Chapu Apaolaza
En la presentación del sello Zenda-Edhasa, recuerdo que hace veinte años, Arturo Pérez-Reverte me dijo “Léete esto” -la serie sobre el capitán Aubrey de Patrick O’Brian que publica en España Edhasa- y lo leí dos veces en español y una en inglés. Pasé meses soñando que dormía en un coy separado de la gloria eterna del mar por un casco de dos palmos de madera. Editar libros de aventura clásica es un ejercicio de provocación y de valentía, hoy en día en que se lleva es reflexionar sobre si la serie de Aubrey no supone una justificación del imperialismo inglés, el personaje de Allan Quatermain no está blanqueando el expolio colonialista o si en sus ensoñaciones acerca del amor de Dulcinea, en realidad, Don Quijote no estaba estereotipando a Aldonza Lorenzo y la consideraba una mujer objeto a subyugar mediante la cochina institución del matrimonio y el amor romántico. En la presentación del sello, nos preguntábamos si al publicar ‘Las cuatro plumas’ de A. E. W. Mason habría que advertir que ningún animal fue perturbado para obtenerlas. Por esto mismo, la iniciativa de María José Solano supone una heroicidad y un acto de vanguardia en cuanto orilla los prejuicios para asomarse con franqueza a la literatura eterna. No hay nada más moderno que los clásicos. Si escuchan “Léete esto”, hagan caso.