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Descubren restaurada una obra maestra surrealista que acuchillaron grupos fascistas

Se trata de “Fraude en el jardín” de Yves Tanguy, pintura que fue comprada en una subasta en 1985 y que, hasta ahora, no se ha confirmado que se tratara de la original por no mostrar sus cicatrices
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En el número 10 de la Rue Tholozé, en el corazón del barrio parisino de Montmartre, se erige desde 1928 el íntimo cine Studio 28, que con arco de neón blanco y fachada naranja ha sido testigo de la evolución histórica y social de su alrededor. En esta sala Luis Buñuel estrenó “Un perro andaluz” y, en 1930, “La edad de oro”, cinta que dio de qué hablar. Tras seis días de lleno total para ver dicho filme, con guión de Buñuel y Salvador Dalí, varios miembros de grupos fascistas se levantaron contra él, destrozando la sala, rompiendo obras de arte y llevando a prohibir el visionado de la película durante 50 años en Francia. Un auténtico vandalismo, por el que salió perdiendo bastante un cuadro en concreto: “Fraude en el jardín”, de Yves Tanguy, pues fue acuchillado, presentando una serie de cicatrices y cortes que hacían parecer imposible su recuperación. No obstante, lo han conseguido, pues la obra ahora está de vuelta y restaurada de manera impecable.
Tanguy fue el Dalí francés, pintor surrealista que realizaba paisajes abstractos, con formas variadas, puntiagudas y delgadas, que recuerdan a las composiciones del artista catalán. En cuanto a “Fraude en el jardín”, fue realizada en el mismo año 1930 y, según explica la profesora y científica estadounidense Jennifer Mass a “The Observer”, “se había dado por perdida en la historia” tras el levantamiento fascista. Ocurrió el 3 de diciembre de aquel año, y tuvo lugar por parte de miembros de dos grupos de extrema derecha: la Liga de Patriotas y la Liga Antisemita. Protestaban por “la inmoralidad de este espectáculo”, pues decían que “La edad de oro” atacaba a la iglesia católica y aludía a la hipocresía sexual.
De esta manera, atacaron no solo la pintura de Tanguy, sino también otras de Dalí, Man Ray o Joan Miró que estaban expuestas en el vestíbulo. Rompieron muebles, ventanas, libros, y arrojaron tinta a la pantalla gritando “¡les mostraremos que todavía hay cristianos en Francia”, así como “¡muerte a los judíos”. Si bien la “Durmiente, caballo, león invisibles” de Dalí sobrevivió, y se encuentra expuesta en el Pompidou de París, la obra de Tanguy no corrió la misma suerte. No obstante, apunta Mass, “ahora sabemos que este Tanguy también sobrevivió”, pues han descubierto que un propietario francés anónimo compró la obra ya restaurada en una subasta en 1985.
“Él pensó que podría ser la pintura original que había sido atacada, pero se lo negaron, la gente no le creía porque se veía en perfectas condiciones”, continúa la experta, “hemos estado trabajando en el laboratorio con análisis de rayos X, ultravioleta y pigmentos, y hemos descubierto que se trata del original”. Así, el redescubrimiento de la obra, que mide 92 centímetros por 73, ha sido “extremadamente emocionante”, explica el experto en Dalí, Elliott King: “En 1930, no estaban muy seguros de si el surrealismo se había vuelto demasiado inaceptable. ‘La edad de oro’ fue diseñada para impactar. El ataque fue aterrador y violento, sin duda, pero de alguna manera esperado. De hecho, Dalí le escribió a un amigo en aquel momento diciéndole que las tensiones estaban aumentando”.
Con esto, explica Mass que el terrible ataque que sufrió la pintura de Tanguy fue completamente tapada por el salvador y restaurador, y que “solo en una radiografía se puede apreciar acuchillada”. Ante esto, la experta plantea una reflexión sobre “la pintura como documento histórico del arte”: “Si no conoces la historia, estás condenado a repetirla. Estamos en un momento en que la extrema derecha podría estar interesada en repetir felizmente algo de nuestra historia de principios del siglo XX, y probablemente mucha gente no entienda completamente lo que esto significa”.