Museos
Mujeres, performance y siglo XX: así serán las exposiciones de la nueva temporada del Reina Sofía
El director del Museo Nacional, Manuel Segade, ha analizado este martes las próximas exhibiciones temporales, así como los cambios estructurales a los que se someterá el espacio
La rentrée expositiva del Reina Sofía llega con un prisma clave: la visión femenina. El director del Museo Nacional, Manuel Segade, ha presentado este martes ante la prensa el recorrido que seguirá el espacio durante el nuevo curso, adelantando asimismo una reordenación de su colección y una serie de mejoras arquitectónicas. En cuanto a la temporada 2024-2025, Segade destaca las siguientes premisas: el centro de la programación de exposiciones temporales girará alrededor de "mujeres artistas, la performance y el análisis de la teoría estética en España a principios del siglo XX".
El Reina Sofía dará el pistoletazo de salida la próxima semana, cuando se inaugure, el 25 de septiembre, una "retrospectiva ambiciosa de la que estamos muy satisfechos", sobre la obra de Soledad Sevilla. Comisariada por Isabel Tejeda Martín, "Ritos, tramas, variables" recorrerá, con motivo su Premio Velázquez en 2020, la trayectoria de la pintora de forma cronológica hasta llegar a sus producciones actuales, algunas mostradas por primera vez en esta muestra. Un lenguaje basado en la pureza de la línea y el color, que bien contrasta con el de la siguiente exhibición: "Esperpento. Arte popular y revolución estética". Desde el 9 de octubre, esta exposición aborda cómo se analizó el concepto formulado por Valle-Inclán a principios del siglo XX, con obras de Eugenio Lucas, José Guillermo Solana o Umberto Boccioni. A partir del 6 de noviembre, se inaugurará "una exposición que me hace especial ilusión pues su comisario, Georges Didi-Huberman, realizó en el Reina Sofía en 2010 una exposición que obtuvo una gran crítica", presenta Segade. Se trata "En el aire conmovido...", y articula, a partir del verso de Lorca con el que se titula y que apela a un sentimiento desbordado, una antropología política de la emoción en clave poética.
Proyectos heredados y nuevos
No es novedoso que el Museo Reina Sofía haga cambios bruscos en cuanto a los discursos que proponen sus exposiciones temporales. Es por esto que tras una muestra que busca analizar la fuerza transformadora de la emoción, se presentará "Grada Kilomba,. Opera to a Black Venus". Se ofrece una retrospectiva singular de la artista afrodescendiente nacida en Lisboa, y la primera que se realiza de su trabajo en España. A través de una serie de instalaciones, la muestra revelará el imaginario poético de Kilomba, quién analiza en su trabajo la memoria, el trauma, la raza y el género, en paralelo al poder, el saber y la violencia. Esta exposición está comisariada por el que fuese director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel. Junto con la exigente muestra dedicada a la obra de Huguette Caland -a partir del 19 de febrero- y a la performance de Naufus Ramírez-Figueroa -a partir del 28 de mayo-, las exposiciones mencionadas, explica Segade, "son proyectos heredados" del anterior mandato, y en los que trabajan a partir del diálogo. Figuran en la programación, no obstante, "tres títulos que sí forman parte de esta nueva etapa, y que son los corrsepondientes a la obra de Laia Estruch, Néstor Martín-Fernández de la Torre y Marisa González".
El museo trata cada vez con mayor insistencia de "incluir a artistas emergentes dentro de la programación", apunta el director. En este sentido, a partir del 26 de febrero, el público del museo descubrirá la obra de Estruch, "una de las creadoras performance más influyentes del panorama español", tila. Una pequeña retrospectiva que aborda la voz humana como un elemento material y las cuerdas vocales como herramientas. A continuación, el cambio de tercio vendrá de la mano de Néstor, artista de principios del siglo XX que, "a pesar de ser hiper reconocido internacionalmente, está totalmente olvidada en nuestro país". Esta exposición trata, por tanto, de recuperar su figura y de "hacer entender su disyuntiva entre estéticas barrocas y sus peculiares deformaciones", explica Segade, alrededor de un pintor que transitó los lenguajes del modernismo, el decadentismo y el simbolismo.
Como fin de temporada, el Museo Nacional ofrece, a partir del 21 de mayo, una retrospectiva de Marisa González, artista pionera en los nuevos medios y en el arte feminista de los años 70, nacida en Bilbao y que continúa desarrollando su trabajo en Madrid. Premio Velázquez 2023, Segade define a esta artista como "una mujer fundamental en la historia del arte español, que merece la atención que no ha tenido hasta ahora". La obra del guatemalteco Naufus Ramírez-Figueroa será la que, a partir del 28 de mayo, cierre la temporada: la muestra ofrecerá "una performatividad que atraviesa los cuerpos racializados, a través de una visión política pero con una dimensión poética fundamental", apunta el director.
Retos, cambios y reordenación
Como principal novedad para esta nueva etapa del Museo Reina Sofía, Segade ha hecho hincapié en una nueva ordenación de la Colección, que será gradual y comenzará a dar sus frutos en 2026. El director lo define como un cambio "muy básico", pero que replantea desde cero la estructura del espacio: "Queremos evitar esa condición laberíntica que creemos que se puede corregir", explica, por lo que las tres plantas superiores del edificio Sabatini "se dedicarán a la colección permanente, y las plantas bajas a las temporales. La muestra de Soledad Sevilla, por ejemplo, baja ya al primer nivel. Pero será un proceso de transformación lento, que requerirá obras en algunas plantas para adecuarlas". Con esto, hacia marzo de 2026 presentarán el primer cambio, en el que ya están trabajando, y que tiene que ver con la cuarta planta, donde se ubicará el arte que abarca de los años 80 hasta el presente, con "un montaje singular", define el director. Asimismo, en el tercer nivel "se cubrirán entre los años 40 y los 70, y en 2028 trabajaremos en la segunda planta para el siglo XIX, pasando por las vanguardias y hasta la Guerra Civil".
El espacio se enfrenta, por tanto, a un encaje de bolillos donde se producirán transformación evitando interrumpir la circulación de las visitas, así como a mejoras arquitectónicas en las diferentes fachadas de la sede central. Y también habrá cambios exteriores. En un afán de que no haya un solo hueco "desperdiciado" en el edificio y sin arte, Segade plantea modificar este año las terrazas del edificio Nouvel, donde se incorporarán obras que recuperan el interés por la escultura geométrica de los años 60 y 70: "Se retirará 'Wheat & Steak', la obra de Antoni Miralda, para instalar obras de Martin Chirino o Jesús Soto", añade. En cuanto a las demás sedes del Museo, tanto el Palacio de Velázquez como el de Cristal permanecerán cerrados por obras.
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