Morir para ser querido: así celebra Italia a Pasolini, su mito más incómodo
Con el objetivo de realzar su figura, el gobierno destinará 800.000 euros al «Año Pasolini»
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El 2 de noviembre de 1975 la policía italiana encontró el cuerpo sin vida de Pier Paolo Pasolini en un descampado cercano a la playa de Ostia, a las afueras de Roma. Poco después los carabinieri detuvieron a un hombre conduciendo el Alfa Romeo del intelectual italiano. Era Pino Pelosi, un chapero de 17 años que no tardó en confesar el brutal crimen. Sin embargo, en Italia son pocos quienes creen que aquel joven, que cambió su versión varias veces y acabó sus días contando su historia a quien quisiera escucharle desde la barra de su bar en el barrio romano de Testaccio, fuera realmente el verdugo de Pasolini. Su muerte continúa siendo un misterio, y en el centenario de su nacimiento –5 de marzo de 1922–, el país transalpino recuerda su vida y obra.
Libros, exposiciones, documentales… Italia dedica este 2022 a celebrar a uno de sus intelectuales más respetado, amado y odiado a partes iguales por su compromiso político y social. Sus escritos escandalizaron a la puritana sociedad de la época, mientras sus películas eran perseguidas por la censura, como recuerda una de sus mejores amigas, Dacia Maraini, «en vida no fue amado ni por la sociedad italiana ni por el mundo literario. Ahora hay una gran consideración hacia él, pero tuvo que morir para empezar a ser querido», lamenta la escritora, que estos días publica en Italia «Caro Pier Paolo», donde a través de correspondencia privada reconstruye la profunda amistad entre Pasolini, Alberto Moravia y ella misma. «Caro Pier Paolo, esta noche he soñado contigo. Tenías la sonrisa dulce de siempre y me decías: “¡Estoy aquí!”», escribe en el volumen, que será publicado la próxima semana.
Poeta, dramaturgo, actor, homosexual, marxista, católico… una vida de contradicciones que le llevó a rodearse de políticos, artistas y escritores, pero también de prostitutas y drogadictos, las dos caras de la Ciudad Eterna, que le recuerda con eventos como «Pier Paolo Pasolini. Todo es santo», exposición inspirada en la frase pronunciada por el centauro Quirón en «Medea» (1969), una de sus grandes obras cinematográficas. La muestra estará dividida en tres sedes: el Palacio de las Exposiciones, el Palacio Barberini y el MAXXI, el museo nacional de arte contemporáneo de Roma, y podrá visitarse a partir del otoño.
Con el objetivo de promover y valorizar el conocimiento de su figura, el Gobierno italiano destinará 800.000 euros para financiar el «Año Pasolini». En Bolonia, su ciudad natal, la cineteca inaugura el martes una exposición multimedia que recoge piezas de arte y fotogramas de sus más de 20 películas, como «Mamma Roma» (1962), «El Evangelio según San Mateo» (1964) o su último trabajo, «Salò o los 120 días de Sodoma» (1975), estrenada casi un mes tras su muerte. «La ciudad de Bolonia será como un gran texto pasoliano en el que poder hojear su visión del mundo y todo lo que nos deja su gran obra», anunció la delegada de Cultura del ayuntamiento boloñés, Elena di Gioia.