"Annabelle vuelve a casa": Eres muy mala, muñeca

Dirección y guión: Gary Dauberman, según la historia de James Wan. Intérpretes: McKenna Grace, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Madison Iseman. EE UU, 2019. Duración: 106 minutos. Terror.

Un año después de encerrarla dentro de una urna de cristal bendecida en una habitación atestada de presencias malignas, Annabelle vuelve a la carga por las pijotadas de una jovencita con remordimientos. Consiguieron doblegarla los demonólogos Ed y Lorraine Warren, ya saben, aquel matrimonio tan famoso por los expedientes, pero Annabelle escapa y despierta de paso a todos los espíritus maléficos que tiene a su alrededor. Si ya de por sí, la setentona y oscura casa de los Warren, llena de objetos inquietantes que recuerdan la profesión, investigadores de fenómenos paranormales de la pareja, ya da de por sí bastante miedito (sobre todo, si recordamos a esa terrorífica monja que se les «escapó» en uno de sus filmes anteriores), imaginen entonces con el piso atestado de criaturas con muy mala leche del otro mundo. James Wan es el «culpable» de este encantador universo Warren que ahora crece, porque, aunque no la dirige (la responsabilidad le ha tocado al novato Gary Dauberman), es uno de los autores que rubrican el guión del tercer regreso de esta muñeca tan fea. El sonido dolby resulta efectivamente atronador mientras se suceden los sustos más o menos impactantes (entre los primeros están los que protagoniza la ensangrentada novia asesina y unas escenas con la sombra de Annabelle, capaz de provocar terror sin mover un solo músculo, un acierto), y, aunque hasta para las «dolls» pasa el tiempo, lo cierto es que la incombustible Annabelle sí sabe mantener el tipo a pesar de los años. Y los que vendrán.