Sección patrocinada por sección patrocinada

literatura

Crítica de "El soldado desafinado": Gilles Marchand pone rostro a los heridos de la guerra ★★★★

«El soldado desafinado» es una acertada historia de amor y guerra que recupera los traumas de 1914 con un intenso y bello lirismo

Noticias de última hora en La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

Gilles Marchand nos regala con «El soldado desafinado» una obra que se sitúa entre el fresco histórico, el drama bélico y una intensa historia de amor. Con un innegable aroma a Philippe Claudel, nos transporta a los años veinte, cuando un veterano de la Gran Guerra asume la tarea de buscar a un soldado desaparecido. Su investigación lo sumerge en los antiguos campos de batalla y las historias de quienes sobrevivieron a la tragedia, mostrando las heridas físicas y emocionales que la guerra deja. 

El relato se estructura en torno a una narrativa detectivesca que mantiene al lector en guardia, mientras el protagonista reconstruye no solo la vida de Émile Joplain, el desaparecido, sino también una apasionante historia de amor entre este joven y Lucie. Marchand entreteje con destreza la inclemencia de la guerra con la ternura de una relación que desafía toda lógica.

Sin héroes

La obra se distingue por su capacidad para capturar la esencia del trauma bélico y explorar las secuelas que afectan tanto a los que combatieron como a los que esperan en la retaguardia. Y que evita la glorificación de los héroes. El protagonista, marcado por una mutilación física y espiritual, encarna la complejidad de sobrevivir mientras se enfrenta a los fantasmas del pasado. Las descripciones de los paisajes, los recuerdos y las emociones son tan vívidas que la lectura se siente como un viaje sensorial. No en vano, Marchand, quien también es músico, sabe imprimir un ritmo melódico a sus palabras, lo que refuerza la conexión entre la narrativa y su título. La relación entre Émile y Lucie no solo es una historia de amor, sino un acto de resistencia frente a la desolación. 

El libro es un homenaje a los caídos y a los defenestrados de la historia, y también una reflexión sobre la memoria, el olvido y la capacidad de redención. Una obra, tan conmovedora como dolorosa, que invita al lector a reflexionar sobre los estragos de las contiendas y el poder reparador de los sentimientos humanos, dejando una huella imborrable hasta el confín de sus palabras.

Lo mejor

La poética narrativa que entrelaza amor y guerra con sensibilidad

Lo peor

El desenlace puede parecer abrupto, dejando aspectos sin resolver