Una Feria del Libro con mucha ciencia
La 82 edición tendrá 385 casetas y 424 expositores, y estará articulada alrededor del conocimiento científico
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Del 26 de mayo al 11 de junio, el parque de Parque de El Retiro volverá a acoger la tradicional Feria del Libro de Madrid, que, en esta ocasión, ha prescindido de país invitado, probablemente para que todos los países sean invitados y se vean representados. Pero, eso sí, contará con una materia central protagonista: la ciencia, que articulará y vehiculizará una larga serie de iniciativas, encuentros y actividades. Quizá por eso se ha elegido el lema «somos de ciencias y de letras», algo en consonancia con unos tiempos en que la tecnología, la inteligencia artificial, las últimas revoluciones científicas y el cambio climático, con los desafíos que trae consigo, están marcando el compás de los tiempos y, con toda certeza, dirigirá la agenda de los países en años venideros.
Quizá por todo esto se ha acordado con el CSIC (CSIC) y la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE) la creación de la Plaza de la Ciencia y de las universidades. Estará ubicada en el centro del recorrido y acogerá, aparte de la caseta de la UNE, a aquellos sellos especializados en publicaciones científicas. Pero esta no será la única «plaza». También habrá otras dos: una dedicada a Gremios y Asociaciones de Editores y otra que se ha considerado «zona internacional».
Según la directora, Eva Orúe, que citó a Miguel de Unamuno y su celebérrima frase «el progreso consiste en renovarse», esta vez «las grandes transformaciones tienen que ver con el rediseño de algunas zonas, porque queremos ganar espacio para los libros, con una voluntad de mejorar la experiencia de visitantes y expositores mediante la instalación de toldos que nos brindarán sombra y alivio». Estos toldos citados serán una de las novedades de esta convocatoria, algo, sin duda, acertado, no solo por la experiencia meteorológica de otros años, donde igual podía llover de manera indiscriminada como caer un sol inclemente. Esto último, debido al periodo de sequía que atravesamos, tiene bastantes posibilidades de que sea la tónica general de esta edición.
Como suele ser común, la edición ha conllevado consigo una redistribución diferente de los 385 «stands» que estarán presentes -en la edición anterior hubo 361-. Habrá un total de 424 expositores y estarán repartidos de la siguiente manera: 13 casetas de distribuidoras; 115 de librerías (61 de ellas especializadas y 52, generales); 219 para representar a un total de 414 editoriales (unos 133 sellos compartirán espacio). En total la oferta editorial que contiene la Feria del Libro ascenderá, según los datos proporcionados por la organización, a cerca de mil sellos.
También se han previsto cinco espacios dedicados a firmas, una iniciativa dirigida a descongestionar las calles del recorrido, evitar los embotellamientos habituales y que la circulación de los visitantes no se vea interrumpida por las largas filas de lectores que esperan turno para encontrarse con sus escritores favoritos. Las casetas estarán distribuidas a los lados, pero, también, habrá otras en el centro, aunque solo serán 24, las que ocupan gremios y asociaciones de provincias y las dedicadas a facsímiles. Esto evitará las famosas «isletas» de pasadas ediciones, como la de 2021, que originó multitud de quejas. Todos aquellos que han querido asistir estarán ubicados en línea.
Quizá uno de los momentos más emotivos de esta Feria del Libro sea el reconocimiento a la trayectoria del dibujante Francisco Ibáñez, creador de los cómics, entre otros personajes, de «Mortadelo y Filemón». Este genio vivo del dibujo, que todavía no ha recibido el Premio Princesa de Asturias, aunque sí lo obtuvo Quino en el paado, que ha animado a leer a tantas generaciones de españoles a lo largo de las últimas décadas, tendrá un merecidísimo homenaje el próximo 25 de mayo y recibirá el Premio Lealtad, que es la segunda vez que se entrega. Aunque, parece ser, que la asistencia del admirado dibujante no está garantizada.