¿Facilitó un profesor inglés información a los nazis del desembarco de Normandía a través de los crucigramas de The Daily Telegraph?
Aunque no había pruebas firmes contra él, fue detenido y mantenido en aislamiento hasta después del Día D. Él siempre negó cualquier relación.
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80 años después del épico Día D, la sombra de la duda sigue planeando sobre el papel de Leonard Dawe en la operación Overlord. Algunos creen que este profesor británico, responsable de los crucigramas del Daily Telegraph, filtró información crucial a los nazis a través de sus pasatiempos. Sin embargo, otros sostienen que se trató de una simple coincidencia, una "serendipia", como la define la RAE.
La historia oficial narra que Leonard Sidney Dawe (sus iniciales LSD hizo que los alumnos le apodaran "Moneybags"), fue detenido por el MI5 cinco días antes del desembarco al descubrirse que en sus crucigramas aparecían nombres clave de la operación: Utah, Omaha, Overlord, Mulberry y Neptune. Su pasado como soldado en la Primera Guerra Mundial y su viaje a Alemania tras la muerte de tres alumnos en una excursión despertaron sospechas.
La operación Overlord, nombre en clave del desembarco de 150.000 combatientes de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, se produjo en la madrugada del 6 de junio de 1944. La ofensiva se iniciaría en distintas playas que fueron denominadas con los nombres en clave de “Utah”, “Omaha”, “Gold”, “Juno” y “Sword”.
Muchos miembros del servicio secreto británico, el MI5, tenían la costumbre de hacer todos los días el crucigrama que publicaba en sus páginas The Daily Telegraph. Desde hacía 25 años, Leonard Dawe, compaginaba la creación de este popular pasatiempo con su labor como director de la Strand School, en la zona sur de Londres.
La llamada Alarma de los crucigramas saltó cuando durante varios días consecutivos fueron apareciendo nombres código de la operación secreta. ¿Habría algún espía que filtraba información a los nazis?
No parecía fruto de la casualidad. El 2 de mayo de 1944 apareció en el crucigrama el nombre 'Utah'; el 22 de mayo una de las playas del desembarco: 'Omaha'; el 27 de ese mismo mes el nombre en clave de toda la operación, 'Overlord'; el 30 de mayo se publicó el nombre de los puertos flotantes, 'Mulberry'; y el 1 de junio el nombre en clave del apoyo naval, 'Neptune'.
A pesar de su impecable historial y de negar cualquier implicación, Dawe fue detenido y mantenido en aislamiento hasta después del Día D. ¿Sabían los nazis de la operación y utilizaban el periódico como canal de comunicación? La respuesta oficial es no. El patrón solo tenía sentido para los aliados, quienes, basándose en su conocimiento de la operación, interpretaron las palabras como mensajes cifrados.
Pero la historia no termina ahí. Décadas después, un exalumno de Dawe, Ronald French, se atribuyó la responsabilidad de incluir los códigos en los crucigramas. Según él, los niños de la escuela escuchaban a los soldados cercanos hablar sobre la operación y French los anotó en una libreta que luego le mostró a Dawe.
Sin embargo, la falta de pruebas y el silencio de Dawe durante los interrogatorios hacen que la versión de French sea cuestionable. Es poco probable que los soldados revelaran información tan sensible en público. Además, Dawe nunca mencionó a French durante su interrogatorio.
La coincidencia imposible a punto estuvo de costarle a Dawe su reputación y su trabajo. Tras su liberación por el MI5, French le preguntó sobre el origen de los nombres, pero Dawe le pidió destruir las notas y guardar silencio. French, quien solo se pronunció 40 años después, podría haber buscado notoriedad a costa de la memoria de Dawe, quien falleció en 1963.
El Desembarco de Normandía, que tomó por sorpresa a los alemanes, marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. La desinformación y la falta de preparación de los nazis, atribuidas en parte a la confusión generada por los crucigramas, allanaron el camino para la victoria aliada.
El enigma de Leonard Dawe y los crucigramas sigue sin resolverse. ¿Fue una filtración intencionada o una simple coincidencia? La respuesta se ha perdido en las arenas del tiempo, dejando solo un relato fascinante de espionaje, serendipia y las complejidades de la guerra.