Del flamenco a la IA: así ha sido la Alfombra Roja de los Latin Grammy 2023
La celebración de los premios tuvo lugar por primera vez fuera de América y en Sevilla, en una jornada flamenca y con figuras como Rauw Alejandro, Bizarrap, Quevedo o Bisbal desfilando por la Alfombra Roja
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Un día de sol radiante y una noche repleta de grandes estrellas. La alfombra roja de los Latin Grammy 2023 se ha celebrado en el Palacio de Congresos de Sevilla (Fibes) con todo tipo de estilos y mucho, mucho arte. Sombreros mexicanos, vestidos de lunares y volantes, chaquetas toreras y todo tipo de guiños al folclore latino y español pasearon durante las cuatro horas previas a la ceremonia. Sobre las cinco de la tarde, comenzaron a desfilar los artistas nominados a las 54 categorías de los galardones, que se celebran por primera vez fuera de América. Para esta 24ª edición, han dejado a un lado Las Vegas para aterrizar en la capital andaluza, que ha vivido una de las semanas más grandes de la música que se recuerdan en nuestro país. Espectáculos, fiestas, conciertos improvisados en las callejuelas, y todo tipo de eventos se han sucedido estos últimos días en la capital hispalense, bajo escenarios tan icónicos como la Plaza de España, «las Setas» o el río Guadalquivir. Una cita con un color especial.
Una celebración, por tanto, en mayúsculas, pero que de alguna manera no consiguió acaparar toda la atención mediática. La política también desfiló por la alfombra roja, y Juanma Moreno Bonilla confirmaba a este diario que «tengo una sensación agridulce, estoy contento porque conseguimos un hito de traernos los Latin Grammy de EE UU a sevilla, con todo lo que eso supone para la marca España y de Andalucía, pero es verdad que estoy triste porque en el Congreso de los Diputados se ha investido un presidente que nos va a generar problemas de carácter institucional», aseguraba el presidente andaluz. No obstante, y si me lo permiten, es la cultura la que está ganando un terreno importante en nuestro país, y es en gran parte gracias a la celebración de estos galardones. Una cita que es la primera pero, por cierto, no será la última: si bien el próximo año los Latin Grammy volverán a Las Vegas para celebrar la 25ª edición, parece ser que para los dos siguientes regresarán a la ciudad hispalense. No obstante, no hay aún nada oficial, pues según Moreno Bonilla «competimos ya con otras ciudades, porque se ha abierto el melón. Vamos a intentar por todos los medios que en 2025 pudiéramos traérnosla a Andalucía. Por gestión no va a quedar».
Debates, instituciones e investiduras aparte, la que al menos se vivió al sur de Despeñaperros fue una jornada rítmica y estimulante. Debido a la gran cantidad de categorías con las que cuentan estos premios, durante la tarde, entre «photocall» y alfombra, y de forma previa a la gala –arrancó a las 22:30 horas–, se fueron concediendo algunos de los premios, siendo Edgar Barrera –optaba a 13 nominaciones– uno de los primeros en alzarse con una estatuilla, por la Mejor Obra o Composición Clásica Contemporánea. Asimismo, el compositor caribeño Vicente García se hizo con el premio a Mejor Álbum Folclórico, así como la banda mexicana Molotov se alzó con el Latin Grammy a Mejor Álbum de Rock, así como la Mejor Canción Urbana fue para la icónica sesión de Bizarrap y Quevedo, para ese «quédate» que tanto ha sonado durante estos últimos meses en cada rincón de España o Latinoamérica. «No estoy acostumbrado a hablar, impresionante el reconocimiento que le dan a este proyecto que empecé en mi cuarto con una computadora, gracias de corazón», explicaba Bizarrap al recoger el galardón, el cual se lo dedicó a todos aquellos «que están empezando, para que vean que con muy poco se puede lograr mucho». Por su parte, Quevedo agradeció «a todos por llevar a donde llevaron la canción. Es un ejemplo de que se puede salir de la nada y cumplir un sueño».
Se celebra un innegable puente entre España y Latinoamérica. Un enlace cultural y musical que Beret ve como algo «muy importante, porque existe un pique sano entre artistas de aquí y de allá, y esta es una forma de que todos los artistas y los estilos puedan juntarse en un estudio». El cantante sevillano desfiló por una alfombra por la que también aparecieron, al principio, los integrantes de Arde Bogotá, así como Julieta Venegas, Eva González, Paz Padilla, David Bisbal, Rauw Alejandro, Lola Índigo, Nathy Peluso o El David Aguilar. Algunos artistas como Rosalía o Shakira, siendo esta última además una de las favoritas de la noche, no desfilaron por la alfombra, sino que tan solo posaron ante las cámaras.
Con esto, desfilaron todo tipo de figuras a las que también se unen aquellos jóvenes que están empezando en el amplio y competitivo mundo de la música, y que por tanto forman parte del futuro. Es el caso de Leon Leiden, cantante mexicano quien, con 25 años y con la nominación a Mejor nuevo artista bajo el brazo, expresaba a este diario durante la alfombra roja su emoción y, por qué no, también sus preocupaciones. El artista, cuya música nació en las redes sociales, expresa que «espero que pronto podamos legislar sobre la Inteligencia Artificial en la música, porque se debe respetar la ética y las reglas del juego». En este sentido, Beret defendía que nunca esta herramienta «va a tener la personalidad y el alma que puede tener una canción hecha de forma orgánica. Eso puede hacer que trabaje menos y todo se vuelva más numérico y frívolo, pero no va a conseguir ciertos rasgos que los artistas les damos a las canciones».
Asimismo, otro de los grandes titulares de esta edición de los Latin Grammy está en femenino: las mujeres gozaron de una amplia representación tanto en la alfombra como en las nominaciones. A las siete opciones de Shakira a hacerse con una estatuilla, destacaron Natalia Lafourcade, Valeria Castro, Mon Laferte, María Becerra o Vanesa Martín, entre otras. En palabras de Eva González, «la mujer siempre ha sido importante a nivel musical, porque hay grandes mujeres y grandes voces que nos han representado a todas durante muchísimo tiempo. Y sigue siendo así».
Fueron una tarde y una noche flamencas, repleta de guiños al folclore andaluz y de abrazos hacia la cultura de nuestra tierra. Tanto Sevilla como España toda pudieron ser testigo de cómo la música mueve fronteras, que es capaz de ser diversa y de acoger a cualquier minoría. Y, sobre todo, que es una fuente inacabable de talento.