¿Puede una tarifa plana revolucionar el cine en salas?

No es un invento nuevo, pero sí podría ser revolucionario en España. Desde que los cines se empezaron a concebir como nichos culturales, allá por los ochenta con la proliferación de los videoclubs, son varias las iniciativas -primero desde la cooperativa, luego desde la membresía- que han jugado con la idea de una tarifa plana para acudir a las salas tantas veces como se quiera. De hecho, ya en la era de Netflix, HBO y Amazon Prime Video, MoviePass lo intentó en Estados Unidos, con un éxito brutal al principio que acabó desinflándose hasta el verdadero desastre económico para su empresa matriz. Una quiebra técnica de la que, sin embargo, el público quedó satisfecho (no así sus inversores). La demanda está ahí, pero faltan modelos económicos viables para su aplicación.

Y es en ese mar de dudas e incertidumbres donde Cinesa, cadena líder de multisalas en nuestro país, se lanza a la aventura con "Unlimited Card", un sistema de membresía mensual que operará bajo el modelo de tarifa plana. Según sus responsables, se trata de "un proyecto innovador que permitirá disfrutar de los mejores estrenos de forma ilimitada y, como siempre, de la mejor manera posible: en pantalla grande, con la mejor tecnología de imagen y sonido y desde la comodidad de su butaca". ¿Y cómo va a funcionar? Según un comunicado emitido por la empresa, el formato más accesible se ofrecerá desde 15,90 euros por persona al mes, permitiendo asistir al cine tantas veces como se quiera. Además, tendrá ámbito nacional, pudiendo acceder a cualquier Cinesa español, pero no cualitativo, ya que los formatos "Luxe" quedan fuera. Estos tendrán su propia tarifa, desde 18,90 euros al mes.

Dudas por resolver

La oferta también tiene un plan anual, desde 149 y 189 euros al año, con un ahorro considerable, pero todavía queda por esclarecer por parte de Cinesa cómo va a funcionar su sistema de membresía. Y es que ahí radicaba uno de los principales problemas de MoviePass: la plataforma estadounidense solo reservaba un determinado número de butacas por sesión, y no siempre en las mejores horas o las más propicias a un horario laboral estándar, provocando quejas en sus usuarios. Tampoco se sabe el límite diario de las entradas, si estarán reservadas a un solo titular mediante algún tipo de identificación o si las sesiones en 3D o VOSE tendrán algún tipo de recargo. Tampoco queda claro si el nuevo programa permitirá asistir los viernes de estreno a las películas más cotizadas, o si solo se podrá asistir una vez la película lleve una determinada cantidad de días en cartelera.

Pero más allá de las dudas, a esclarecer en breves ya que el programa tiene previsto su arranque "muy pronto", lo cierto es que la "Unlimited Card" de Cinesa bien puede revolucionar el panorama cinematográfico patrio. No tanto por una cuestión industrial, puesto que si alguien tiene a bien negociar con las distribuidoras en términos de recaudación es la cadena de cines con mayor presencia, sino en el ámbito cultural. Cinesa, habitual de extrarradios, centros comerciales y adyacente a grandes superficies, se ha convertido en el único cine que localidades apartadas o incluso capitales de provincia aún conservan. Queda por ver si la medida tiene hechuras de revolucionaria o se queda en mera intentona, pero lo valiente de la decisión sin duda acercará a más gente a las salas de cine.