Snowdaze: nieve y música se dan la mano en el Pirineo Aragonés

Hace tiempo que la industria de la música en directo, sobre todo después de la pandemia, viene buscando soluciones originales para que la gente vuelva a llenar las plazas. Contra los enemigos de siempre de la cultura en vivo, además de la inflación y otros impedimentos para el florecimiento de un cuerpo empresarial de prestigio, los promotores de conciertos están buscando salidas más allá de lo convencional. Así es como nacen iniciativas como el festival Snowdaze, que se celebrará en la estación de esquí Astún Candanchú el 15 y 16 de marzo de este año y que propone una combinación pocas veces vista: mezclar lo mejor de la música electrónica en el panorama contemporáneo con la nieve de uno de los paisajes más codiciados de nuestro país.

Para la edición de este año, los cabezas de cartel serán Andrés Campo (el día 15) y Gordo (el día 16). El primero, con casi 300.000 seguidores en redes, viene recibiendo varios premios al mejor DJ del año desde hace una década y ha participado en citas ineludibles del género en nuestro país, como el Monegros Desert Festival o coronando locales como el mítico Fabrik de Humanes, al sur de Madrid. Por su parte, el guatemalteco y también rapero Gordo es una de las personalidades más destacadas de este tipo de música, habiendo participado con sus sesiones en los prestigiosos Tomorrowland o Ultra Music Festival. Además, ha firmado temas con Drake o Hardwell y ha publicado varios sencillos bajo la discográfica de Tiesto, Musical Freedom.

Concebido como un matrimonio perfecto entre la nieve y la música, durante dos días y al borde de la frontera con Francia, el Snowdaze promete también dos días de esquí, gracias a unos abonos pensados para todo tipo de asistentes. Con precios que van desde los 159 a los 339 euros, según se incluyan noches de hotel o la posibilidad de esquiar en la estación, la organización se plantea doblar el número de asistentes de las dos ediciones pasadas (unas 8.000 personas) y confirmarse como una opción real para los amantes de la electrónica, prácticamente abandonados antes de que empiece la temporada primaveral de festivales. Con más de 30 artistas desfilando por sus escenarios, la cita nevada ha sido testigo en el pasado de sets de DJ Nano, Danny Ávila o Paul Kalkbrenner.

Por si fuera poco el aliciente musical, es el marco del Snowdaze lo que le hace destacar. La estación de Astún Candanchú cuenta con más de 100 kilómetros esquiables, repartidos en cerca de seis decenas de pistas adaptadas a todos los niveles de dificultad y experiencia (5 son verdes, 18 azules, 23 rojas y 10 negras, las más complicadas). Comunicada por un moderno servicio de telesillas, la estación tiene capacidad para mover hasta a 26.000 personas cada hora, convirtiendo el complejo sistema de pistas en todo un paseo para el visitante.