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El 'Viento fuerte' que trajo a Jon Fosse

El Teatro Español presenta una obra del (aquí) poco representado Nobel de Literatura de 2023

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Puede que 'Viento fuerte' no sea uno de esos montajes que, de primeras, vaya a llevar al público a la carrera hasta la Sala Margarita Xirgu. De hecho, Eduardo Vasco, director del Español, advierte: “No es un teatro para masas”. Sin embargo, sí es una de las piezas de esta temporada que la comunidad teatrera tiene en el punto de mira por su autor, Jon Fosse (Nobel de Literatura en 2023), un hombre cuya obra había sido poco editada y representada a cuentagotas en España. 

Con un teatro que definen como “de alto voltaje poético”, el noruego tiene un vínculo universal con las grandes preocupaciones del ser humano “y está lejos de la formas dramáticas al uso. Viene del frío, pero se ocupa de nosotros, de nuestra fragilidad contemporánea”, se escribe en el programa de mano de la función que estrena el Teatro Español y en la que se abordan temas como el tiempo, el amor, los celos y la muerte.

José María Esbec es el responsable de la versión y la dirección de un texto escrito en 2021 como un poema dramático –definido como “artefacto poético” por su autor– y que presenta “una trinidad de voces que merodean un espacio impreciso en una temporalidad que solo se corresponde con el mundo onírico”, explica Esbec. “No es una obra convencional. El texto tiene más sentido que significado. Fosse explora los extremos del lenguaje en los vértices del tiempo: lo ingénito y lo eterno; ahora y nunca... Conceptos que al cabo tamizan las fuerzas existencialistas del relato”. Asegura que “no es un poema fácil”, pero ahí está la labora del arte, de la poesía: “El mundo está lleno de traumas y miedos y el arte tiene la posibilidad de aliviar o traspasar algo, de dar belleza al corazón”.

El director se pone casi tan críptico como el propio autor en su obra antes de terminar resumiendo que 'Viento fuerte' es “un mal sueño en el que conviven tres personas. Lo más interesante del relato es que no da ningún dato concreto. Es como esos sueños en los que ocurren un montón de cosas y no todas están claras. Tiene que ver con el misterio (...) No es difícil encontrar reminiscencias bíblicas que nos indiquen el paso previo a la muerte en analogía con la Pasión de Cristo. Un hombre regresa a casa y nada es lo que era [ni lo que parece ser]”.

La trama sigue la pista de el Hombre (Felipe García), que, al regresar al hogar, al piso 14 de un edificio, tras un viaje a no se sabe dónde, descubre que la Mujer (Zaida Alonso) con la que tiene una relación se ha mudado a una nueva casa y, además, allí hay un Joven (Alberto Amarilla) que también tiene una relación con ella. Se introduce así en un ambiente de tensión, confusión y traición en la que “para cada espectador significará una cosa”, explica Esbec. ¿Estará muerto? ¿Se habrá confundido de casa? ¿Está bajo el efecto de alguna alucinación?...

Mientras el director destaca que este “sueño” pone de manifiesto “nuestra fragilidad, construyendo un mundo a través de la mirada del protagonista”, Alonso ve una relación en la que “la Mujer está anulada por el Hombre y la ha dejado sin voz. La relación ha derivado por rincones tóxicos”, explica sobre este extraño triángulo amoroso de “personajes desdibujados” que despierta más dudas que certezas.

Un espacio nórdico

La puesta en escena de 'Viento fuerte', a cargo de Petros Lappas, presenta una atmósfera evocadora: "Se ha creado un espacio diáfano, aséptico, nórdico y monocromo que permite el juego entre los tres intérpretes", detalla el director.

“Esta pieza pone de manifiesto las fuerzas ocultas que nos habitan y recurre a temas abisales: el amor y la muerte; el tiempo y el espacio –concluye Esbec–. Temas que planean en una yuxtaposición de atmósferas muy bien definidas por el autor. La voz del protagonista será la única distancia que nos separe de él en la búsqueda de una salvación que no es de este mundo. Una salvación extemporánea. Porque la vida es un bosque de recuerdos entretejidos; una representación mental, un simulacro, una ficción. Solo cuando lleguemos al final, como nuestro protagonista, entenderemos que el tiempo es el ardid y tendremos conciencia, una última voz, para preguntar, empujados por un viento fuerte, por qué fuimos arrojados por el tobogán del tiempo”, cierra de una obra que, asegura, tiene aroma a Pinter y Beckett.

  • Dónde: Teatro Español, Madrid. Cuándo: hasta el 2 de febrero. Cuánto: 18 euros.