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Cine

"The Marvels": ¿réquiem por los superhéroes en Hollywood?

La directora Nia DaCosta habla con LA RAZÓN sobre "The Marvels", el cine de superhéroes y su controvertida incursión en el Universo Cinematográfico de Marvel

Si al cine negro lo mató la censura y a la acción con testosterona de los ochenta, precisamente, la falta de una moralidad con la que casarse y prosperar, era de esperar que como producto posmoderno de su tiempo al cine de superhéroes lo matara… el propio cine de superhéroes. Ya lo decía Alice Munro: «En los funerales es cuando el pueblo más se anima». Y así de animada llega hoy a las carteleras de todo el mundo «The Marvels», acaso último gran estertor de la franquicia más exitosa de la historia del cine y un alambicado intento del Universo Cinematográfico de Marvel (y de Disney) por no quemarse las alas tras volar tan cerca del sol durante dos décadas.

La situación era ya harto complicada, en mitad del confinamiento pandémico, cuando el jefe supremo de Marvel (Kevin Feige) se conectó a una llamada de Zoom para ofrecerle trabajo a la directora Nia DaCosta (Nueva York, 1989). «Probablemente, lo primero que dije fue: “Oh, Dios mío”. O algo por el estilo. Yo creo que ellos pensaban que, como me quedé callada tanto tiempo, iba a decir que no. Fue una noticia muy grata en ese momento», explica la joven realizadora, que no da puntada sin hilo y que se ha situado en el centro de la polémica estas semanas por algo tan atrevido en nuestra era como decir simplemente la verdad. «Es una película más de Kevin Feige que mía», contaba sin ambages en un perfil publicado por «Vanity Fair» allende el Atlántico.

Una película colectiva

Y es que la nueva «The Marvels», final de la fase cuatro que comenzó cuando el mundo de los superhéroes había conseguido vencer a Thanos y su chasquido mortífero, ha sido víctima de un volantazo en la dirección del proyecto, con Feige remangándose hasta en la sala de montaje para insuflar nueva vida al UCM. Preguntada por LA RAZÓN acerca de si llegó a temer por la pérdida del control creativo de la película, DaCosta es clara: «Sí, totalmente. Pero eso fue apaciguado por la realidad en cierto modo. Sabía que no era una película en la que pudiera hacer lo que me diera la gana. Gran parte del atractivo de atreverme a hacer una así es poder trabajar con gente a la que admiro profundamente en un mundo que adoro. Parte de la alegría, de lo que me llevo del filme, es ese sentido de la colaboración», apunta meridiana. Parte de ese sentido de colectividad viene dado por las tres protagonistas que tiene la película: una Capitana Marvel (Brie Larson) melancólica por sus crímenes de guerra pasados, una ex teniente Rambeau (Teyonah Parris) a la que aún le cuesta asimilar sus poderes luminosos, y una Ms. Marvel (carismática Iman Vellani, lo mejor del filme) que no se cree que vaya a embarcarse en una misión junto a sus ídolas. Si se han perdido, no se preocupen: las dos últimas heroínas vienen de las series de Marvel que se han estrenado en Disney+ («Wandavision» y «Ms. Marvel») y que, como demuestran los datos públicos, muy poca gente ha visto realmente. «Quería asegurarme de que, si íbamos a tener a estas tres mujeres en la película, las tres se sintieran importantes e iguales. Aún conociendo ya a la Capitana Marvel, por ejemplo», completa DaCosta sobre la coralidad del reparto, al que se suman Samuel L. Jackson y, por sorpresa, Tessa Thompson (como Valquiria), vieja amiga de la directora.

"Sabía que no era una película en la que pudiera hacer lo que me diera la gana".

Nia Dacosta

El reencuentro, que viene de lejos desde que ambas rodaron la siempre recomendable «Little Woods» (2018), sirve para preguntarle a la directora por sus propias ambiciones respecto al UCM. En su primera película abordó lo imposible del sistema sanitario estadounidense, denunciando su precariedad extrema; en «Candyman» (2021) utilizó el terror metafórico para hablar de racismo; ¿hará lo mismo ahora con Marvel y el feminismo? «No, “The Marvels” es una película completamente distinta. Aquellas películas eran muy específicas, y siempre me quise asegurar de que fueran extremadamente claras y concisas alrededor de los problemas políticos que tratan. En esta solo quería hacerlo lo mejor que pudiera dentro de este mundo y, por supuesto, poder jugar con la posibilidad de tener tres protagonistas femeninas y, además, una villana también. Esa era la parte más excitante del proyecto y no, no es tan oscura y dramática como mis anteriores películas», completa entre risas la realizadora, que, en sintomático gesto, no había terminado de cerrar la versión final del filme cuando ya se había marchado a un nuevo rodaje («Hedda», de nuevo con Thompson).

Brie Larson retoma el papel de Capitana Marvel en la nueva "The Marvels"
Brie Larson retoma el papel de Capitana Marvel en la nueva "The Marvels"THE WALT DISNEY CO.

Todas para una

En ese una para todas y todas para una que plantea DaCosta (o Feige, si nos ponemos) en «The Marvels», más allá de los multiversos con los que ha tonteado la franquicia y que aquí vuelven a hacer acto de presencia, lo que le importa al filme es desarrollar química entre sus protagonistas. Y casi lo consigue, si no fuera porque lo caótico del montaje, lleno de gestos que obedecen más a un plan de márketing que a un guion convencional, no dejan enamorarse de nadie más que de Vellani. Ms. Marvel, heroína de Jersey City reconvertida en Vengadora espacial, es la sonrisa perenne que impide odiar la película, una presencia luminosa que hasta podría invitar a la esperanza en un futuro UCM más contenido, menos titánico en sus esfuerzos: «Es muy entusiasta, muy profesional y, sobre todo, muy buena en todo lo que hace. Además, era genial tenerla ahí como alguien con un gran conocimiento sobre Marvel por si surgía alguna duda. Es una enciclopedia. Ella lo sabía todo, hasta la edad de Carol Danvers en los cómics, que a mí se me había olvidado», bromea DaCosta, consciente del poder de la joven.

"(Mis anteriores) películas eran muy específicas, y siempre me quise asegurar de que fueran extremadamente claras y concisas alrededor de los problemas políticos que tratan. En esta solo quería hacerlo lo mejor que pudiera dentro de este mundo y, por supuesto, poder jugar con la posibilidad de tener tres protagonistas femeninas".

Nia DaCosta

Cuesta más entender, eso sí, que una película que dura más de 100 minutos no llegue nunca a emocionar y que, por encima de todas las cosas, se lo apueste absolutamente todo a una secuencia poscréditos. Sí, la espera le puede merecer la pena a los más acérrimos, pero vuelve a planear sobre la sala lo fantasmagórico y la sensación de estar imbuido en un tráiler infinito. Ya ni el café podría satisfacer a los más cafeteros. Por ello, la última pregunta se cierne sobre DaCosta. ¿Volvería a una película de este calibre rodeada de pantallones y telas verdes? «Te dejas aconsejar y delegas en la gente que sabe. He tenido un gran departamento detrás que me ha proporcionado todo lo que necesitaba. Son un equipo genial», despeja diplomática la realizadora, indemne del conato de desastre que, se calcula, podría significar la película en términos económicos, pero que sin embargo la han colocado como una de las pocas voces sinceras de todo lo que queda de Hollywood.