Primera del ciclo

El regreso de Las Fallas, una feria de avisos

Daniel Luque cortó la única oreja de la primera del serial valenciano

Daniel Luque con los victorinos en la primera de Fallas
Daniel Luque con los victorinos en la primera de FallasMateo

El inicio del abono fallero vino marcado por la profusión de avisos. Hasta nueve se mandaron desde el palco en la novillada sin caballos que sirvió el sábado de prólogo y muchos fueron también los habidos, siete, en la primera corrida del abono, un festejo en el que hubo cierta decepción por que se esperaba más afluencia de público en una función en la que se lidió una muy seria y cuajada corrida de Victorino Martín, con ejemplares de muy distinto comportamiento, desde el parado primero o el incierto segundo o el peligroso sexto hasta los mucho más manejables tercero o cuarto. Pero su juego no mantuvo siempre la atención ni el interés del aficionado.

La primera oreja de la feria fue para Daniel Luque, que vio como su primer toro era devuelto por renquear de una pata y lidió un sobrero de más de 600 kilos tampoco sobrado de energía que no tuvo entrega ni fijeza. Luque, muy valiente, le buscó las vueltas y tras sacar lo que tuvo por el más claro pitón derecho también quiso probar por el mucho más incierto izquierdo, logrando una buena tanda de naturales en un trasteo firme, convencido y con criterio.

El quinto empujó con ganas en el peto y su matador se echó la franela a la zurda de inicio en un trasteo en el que todo lo hizo él ante un cornupeta a la espera y sin reacción, derrochando pundonor y ganas en un quehacer larguísimo que acabó en arrimón.

Los fallos con el estoque privaron a Román de tocar pelo, malversando una faena larga pero intensa en la que templó a la perfección las nobles acometidas del tercero de la tarde, bajando mucho la mano y llevándole siempre sometido a un astado obediente de claras embestidas.

El sexto puso en apuros al peonaje, cortando y haciendo hilo, y el valenciano salió a jugarse el todo por el todo en una labor tan valiente como embarullada y falta de ideas ante un toro que fue aprendiendo conforme avanzaba su lidia.

Antonio Ferrera con el capote azul
Antonio Ferrera con el capote azulMateo

Llamó la atención el capote que lució Ferrera, purísima, sin apenas apresto y de aspecto asedado. Si las vueltas hubiesen sido amarillas se hubiese podido tomar como homenaje a Ucrania, pero... Dejó a su primer toro que fuese de lejos al caballo pero no hubo respuesta ni entrega en la pelea del victorino al que tampoco banderilleó y con el que no se confió en el último tercio, muy precavido, sin meterse con él y dejando la muleta siempre en la cara, sin correr la mano ni buscar la reacción del animal.

Se lució al veroniquear al cuarto y, tras brindar a uno de los alguacilillos, aprovechó el buen son del albaserrada para torear con lentitud y suavidad al natural aunque nada pudo sacar en limpio por el otro pitón, estropeando definitivamente su quehacer al tardar en matar.

Valencia, 13 de octubre. Primera de feria. Algo más de media entrada. Toros de Victorino Martín, el segundo corrido como sobrero, muy bien presentados y de juego desigual, destacando tercero y cuarto.

Antonio Ferrera (de turquesa y oro), dos pinchazos, media, descabello, silencio; dos pinchazos y estocada caída, aviso, silencio.

Daniel Luque (de blanco y plata), entera, aviso, oreja; dos pinchazos, dos descabellos, aviso, ovación.

Román (de verde botella y oro), cinco pinchazos y descabello, dos avisos, ovación; tres pinchazos y estocada, aviso, aviso, silencio.