Tomás Rufo: «En cuanto me bajé de los hombros, quería volver a mi zona de confort»
Tomás Rufo es la irrupción del momento después de ser declarado triunfador de la Feria de Castellón y salir hace una semana por la Puerta del Príncipe de Sevilla. Estará dos tardes en San Isidro, la primera hoy
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Hasta hace unas semanas, Tomás Rufo seguía siendo el único diestro que había abierto la Puerta Grande de Las Ventas como novillero en el último lustro. Fue en la Feria de Otoño de 2019, cortando una oreja a cada uno de su lote. Pero esta temporada parece casi habitual que un novillero salga a hombros de la Monumental, acumulando dos triunfos (los de Víctor Hernández y Diego García) casi consecutivos en los dos primeros meses de la temporada madrileña.
Sin embargo, a Rufo no le duele haber perdido dicha condición de exclusividad: «Con Víctor coincidí mucho de novillero y me alegré mucho por él, tiene mucho futuro. La tarde de Diego no la pude seguir, pero siempre me alegraré de que otros novilleros alcancen los logros que yo conseguí. Es un camino muy duro».
Al ya matador de toros talaverano le cambió la vida aquel triunfo. «Estaba empezando y apenas había tenido oportunidades ese año. Dos buenas tardes en la Comunidad de Madrid me dieron la posibilidad de entrar en la Feria de Otoño». Después se convertiría en uno de los novilleros más punteros, aunque también le tocaría ser líder de aquella generación frenada en seco por la pandemia.
Pero con todo y con eso, Tomás se aventuró a tomar la alternativa a finales de la pasada temporada en Valladolid, quizá no en la fecha de mayores garantías. Sin embargo, desde entonces ha contado sus actuaciones por triunfos, en Castellón y hace unos días en Sevilla, donde abría la Puerta del Príncipe tras un tremendo estoconazo. El joven toledano ya ha demostrado que puede estar por encima de fi guras como Roca Rey o El Juli, con quien ha competido en cinco de sus seis únicas tardes como matador. «Además de ser mi padrino de alternativa, es mi gran referente. Aprendo de él en cada tarde y me consta que se alegra por mis triunfos. Es un ejemplo a seguir, no solo hay que ser figura en el ruedo».
De esa tarde en Sevilla, además quedará una foto para la memoria, el torero fuera de sí con la mirada desencajada y con el rostro manchado de sangre, como aquella icónica instantánea de José Tomás. A pesar de haber ya hecho los deberes en Sevilla y con nota, el toledano ha seguido estos días la actualidad de la Feria de Abril. De hecho, concede esta entrevista solo minutos antes de que comenzaran los toros en La Maestranza. «Me encanta ver los toros por la tele y soy de los que piensa que siempre se puede aprender de los comentaristas. La verdad es que soy muy casero. Ni si quiera me quedé en la Feria de Abril. En cuanto terminó la Puerta del Príncipe y me bajé de los hombros me volví para casa, a mi zona de confort». Rufo reconoce que «también me gusta ver mis tardes. Incluso me grabo en el campo para pulir fallos».
Pocas irrupciones se recuerdan como la de este espada impulsado por Luisma Lozano. Con apenas seis tardes como matador ya es uno de los grandes atractivos de San Isidro, donde está anunciado dos tardes. La primera será en una de las corridas predilectas de las fi guras, la de Garcigrande, con El Juli y Talavante (20 de mayo) en su segunda tarde en el serial. El segundo compromiso de Rufo llegará acompañado de otra figura como Manzanares y Alejandro Marcos, ante toros de Puerto de San Lorenzo (3 de junio). «Igual sueño demasiado, pero tengo fe en volver a conseguir el mismo resultado que en 2019».
Pero asegura que ahora mismo su cabeza solo puede concentrarse en Talavera, donde actuará el 14 de mayo en una mixta. «Para mí es tan importante devolver a mi pueblo el cariño que me han dado como triunfar en cualquier plaza». Difícil de creer con la temporada que le espera. Ya está anunciado en Valladolid, Granada, San Miguel (La Maestranza) y plazas francesas como Istres, Dax, Bayona o Mont de Marsan. Y lo que quede por cerrar.
Tomás Rufo es consciente de que su irrupción en esta época es algo excepcional y nunca deja de tener los pies en la tierra. «Sé que en otras circunstancias habría estado en otros circuitos como la Copa Chenel, pero también lo habría celebrado. Formatos como ese son grandes oportunidades para toreros de mi generación». Como tampoco parece cerrar puertas a ningún tipo de ganaderías: «Yo además de profesional nunca he dejado de considerarme aficionado y si a las figuras siempre les hemos exigido variedad, si quiero llegar a serlo tendré que demostrarla en las plazas de toros. A pesar de la fuerte paliza que se llevó en el sexto del pasado lunes en Sevilla, Rufo asegura que «no hay mejor analgésico que los triunfos». Así podrá comparecer en Las Ventas en plenas condiciones.
De lo que va de temporada se queda con la tarde de Sevilla: «A Castellón llegué menos rodado podría haber tenido más intensidad». Pero afortunadamente estos éxitos han llegado en el momento perfecto para que se puedan transformar en oportunidades para debutar en Pamplona o Bilbao.