toros
Damián Castaño rompe el hielo venteño con su sangre
El salmantino, que sublimó el natural, cayó herido en la negra tarde de Rafael de Julia
Al final, el tiempo no lo impidió. Todo marzo hemos estado mirando al cielo, después de que hasta cuatro borrascas convirtieran este mes en el más lluvioso de cuantos se tienen registros. Alegría para el campo, por supuesto, pero ya vale... Menos mal que el sol se pudo abrir paso tímidamente este domingo para permitir que en Las Ventas se rompiera el primer paseíllo del año, después de quitar la lona, eso sí. Y lo del frío en los tendidos a estas alturas del año ya es normal y, aunque sin lluvia, era Siberia. Pero, las ganas de ver toros en Madrid, y más aún los de Adolfo, podían con eso y más. Más de media entrada lo confirmaban. También la ovación con la que se premió la entipada presencia de los seis. Otra cosa fue que, con el primero, aquel entusiasmo se apagara pronto. El toro, sin poder ni recorrido, se encontró con un Rafael de Julia descompuesto, ido, que jamás se sintió cómodo con él. Sin apuesta, tomó rápido un acero que jamás empuñó de verdad. Al cuarto no quiso ni verlo, mucho menos cuando perdió pie y quedó tendido en la arena a merced del toro. Volvió solo para intentar quitárselo del medio, pero el petardo con la espada fue clamoroso. La bronca fue mucho más que justificada. No solo no es el mismo torero que el pasado verano rozó la gloria en Madrid, ahora sencillamente no está.
Fueron las chicuelinas del quite de Adrián de Torres al segundo lo que llevó algo de calor a los gélidos tendidos y descubrió a Damian la humillada condición del animal. Dos series rítmicas y encajadas de derechazos abrieron el camino de la calidad al ralentí, la misma que se elevó al natural, con "Arenero" empujando la muleta del salmantino con una clase excepcional. Dos naturales hicieron rugir Madrid. Soberbios. Pero la espada evaporó el premio de una faena con mucha sustancia. Una pena. Pero Castaño quería de verdad y apostó con el quinto, un toro que se revolvía pronto, con cierto sentido, exigiendo una lidia perfecta y vendiendo carísima cada una de sus cortas embestidas. El esfuerzo de Damián fue tiránico, cada muletazo era una moneda al aire hasta que salió cruz, en un intento al natural, el toro vio la ventana abierta y enganchó al torero por la barriga en una voltereta seca y escalofriante. El corazón en un puño. Con Damián en la enfermería (sufrió una cornada en el muslo izquierdo) a Rafael de Julia (y a la plaza) le tocó vivir otra agonía con la espada.
No tuvo mala condición el tercero, que quiso tomar la muleta por abajo, pero tuvo menos poder y casi nula repetición. Adrián compuso la figura y quiso enganchar muy adelante, pero nunca terminó de acoplarse con una embestida que se fue apagando. Las del sexto fueron más escasas, tan agarrado al suelo. El jienense, correcto, tampoco terminó de apretar el acelerador, menos aún tras los desarmes. Además, a estas horas, el frío ya era inaguantable.
FICHA DEL FESTEJO:
Domingo 23 de marzo de 2025. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Primera de la temporada. Mas de media entrada.
Toros de Adolfo Martín, serios y cinqueños todos. 1⁰, sin recorrido; 2⁰, bueno y con clase; 3⁰, a menos; 4⁰, inédito; 5⁰, exigente; y 6⁰, paradito.
Rafael de Julia, de tabaco y oro, cuatro pinchazos, media y bajonazo (silencio); estocada incontables pinchazos y descabellos (bronca).
Damián Castaño, de negro y oro, pinchazo, estocada caída y aviso (ovación); y herido. De julia cuatro pinchazos, seis descabellos, aviso y media baja (ovación que recogió la cuadrilla).
Adrián de Torres, de marfil y oro, estocada trasera y aviso (silencio); y cuatro pinchazos, aviso y descabello (silencio).
Destacaron en banderillas Juan Sierra e Iván García.
PARTE MÉDICO:
Damián Castaño sufrió herida por asta de toro en tercio superior, cara posterior del muslo izquierdo, con dos trayectorias: una hacia adentro de 15 cm. que bordea cara lateral de fémur y contusiona arteria femoral y otra hacia arriba de 10 cm. contusionando el isquion. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general en la enfermería de la plaza de toros y trasladado posteriormente a la Clínica la Fraternidad Muprespa - Habana. Pronóstico: grave.