
toros
El tirón de la solidaridad, la fuerza del toreo
Enrique Ponce, Talavante, Marco Pérez, que cortó un rabo, y Molina, que indultó a un sobrero, salieron a hombros tras una tarde muy entretenida

En una fecha nada taurina, y menos para Albacete, donde en febrero, en pleno invierno, hace un frío que pela, fue un logro llenar más de tres cuartos del aforo para presenciar un festival con el que recaudar fondos para ayudar en lo posible a paliar la tremenda desgracia sufrida a finales de octubre del pasado año en Letur, un pueblo al sur de la provincia que resultó devastado por el agua y, lo peor e irremediable, varios vecinos perdieron la vida.
Ahora un grupo de toreros se jugó desinteresadamente la suya y no solo contribuyeron a ayudar económicamente a tan encomiable causa sino que dieron una buena tarde de toros.
Diego Ventura abrió la cuenta tras esforzarse no poco para encelar a un toro distraído y huidizo que acabó parado pero del que sacó todo.
Enrique Ponce volvió a exhibir su dominio y facilidad en una muy templada y mandona faena a un novillo embestidor y noble a que exprimió de cabo a rabo.
La poca fuerza de su oponente difuminó en parte la labor tesonera y voluntariosa de Manzanares, que dejó un trasteo de menos a más.
Talavante puso la nota de color al lucir una chaquetilla granate que recordaba a la imagen de Tío Pepe (el sol de España embotellado) y destacó en el monocorde tono gris imperante en las cuadrillas. Se lució al torear a la verónica y buscó la originalidad y la improvisación en un trasteo de plantas firmes, mano baja y no poco sentimiento pero en el que al natural faltó limpieza. Dejó la estocada de la tarde y la gente le pidió el rabo.
Le costó a Molina acoplarse con el quinto, blando e incómodo, en un quehacer con altibajos pero de no poca entrega y rematado con poco acierto estoqueador. No quedó, claro, satisfecho y pidió el sobrero, un ejemplar de Domingo Hernández con el que derrochó valor y ganas, muy asentado y firme, entusiasmando a sus paisanos en una labor muy seria, templada y ligada y no menos emotiva que acabó con el indulto del utrero.
Marco Pérez fue el gran suceso de la función. Se hizo ovacionar al torear de capa y demostró que tiene el toreo metido en la cabeza, muleteando con tanta suficiencia como naturalidad y empaque, dando la sensación de ser un matador hecho y derecho. Encandiló a la concurrencia, cortó un rabo y se fue como el gran triunfador del festejo.
Cerró el festival Alejandro González, que tiró de repertorio en su recibo capotero y pese que le correspondió un novillo revoltoso y movidito estuvo incansable y evidenció maneras y futuro en un quehacer largo y voluntarioso.
FICHA DEL FESTEJO:
Sábado 22 de febrero. Plaza de toros de Albacete. Festival a beneficio de las víctimas de la riada de Letur. Tres cuartos de entrada.
Toros de Los Espartales, para rejones, Daniel Ruiz, segundo, tercero y quinto, Talavante, cuarto y sexto, uno, séptimo, de Piedraescrita, y uno, octavo, como sobrero de regalo, de Domingo Hernández. Conjunto de dispar presentación y buen juego en conjunto. El sobrero de Domingo Hernández fue indultado.
Diego Ventura, pinchazo y rejonazo, oreja.
Enrique Ponce, entera, dos orejas.
José María Manzanares, pinchazo y estocada, oreja.
Alejandro Talavante, entera, dos orejas.
José Fernando Molina, dos pinchazos, dos estocadas y cuatro descabellos, ovación; dos orejas y rabo simbólicos.
Marco Pérez, media, dos orejas y rabo.
Alejandro González, pinchazo y media, silencio.
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