La Feria de San Miguel de Sevilla, a punto de colarse en tu salón

¿Qué pasaría si el toreo volviera a ocupar su sitio en la sobremesa andaluza, sin codificaciones ni suscripciones? La pregunta, que hace una década habría parecido anacrónica, hoy cobra forma de posibilidad muy real. Canal Sur y la Empresa Pagés están negociando la emisión en abierto de la Feria de San Miguel de Sevilla, la cita otoñal más esperada del calendario taurino andaluz.

Ramón Valencia lo soltó con naturalidad, como quien deja caer algo que sabe que no es menor: “Estamos en continuas negociaciones con la Junta, y Antonio Sanz está muy por la labor”. Una frase que, en el contexto taurino, suena a preámbulo de confirmación. El gerente de la Maestranza no quiso comprometerse con el número de festejos, pero sí dejó claro que el acuerdo está “en avances muy positivos”. El runrún ya ha saltado de los tendidos a los pasillos de Canal Sur.

La apuesta tiene lógica. La retransmisión de la Feria de Abril por Canal Sur, con tres festejos en directo, marcó una tendencia que sorprendió incluso a los más escépticos. Morante, Ortega y Aguado, en la corrida del 1 de mayo, reunieron a casi un millón de espectadores y firmaron un 19,1% de cuota de pantalla. Una cifra que, en tiempos de fragmentación televisiva, solo alcanzan los formatos estrella. El toro, una vez más, volvió a demostrar que conserva un público fiel y numeroso.

Y si en abril funcionó, ¿por qué no en septiembre? El cartel no puede ser más potente. Manzanares, Juan Ortega y Pablo Aguado abrirán plaza con los toros de Victoriano del Río. Talavante, Luque y Borja Jiménez lidiarán los Garcigrande. Y la traca final llegará con Núñez del Cuvillo y una terna de altura: Morante, Roca Rey y Javier Zulueta, que tomará la alternativa. Tradición, figuras y juventud en tres tardes que podrían escribirse también en lenguaje televisivo.

Más allá de la audiencia, la emisión en abierto supondría un gesto simbólico en un momento delicado para el sector. Recolocar los toros en el prime time de una televisión pública es una declaración cultural, una forma de decir: esto sigue aquí. No se trata solo de nostalgia o reivindicación, sino de oportunidad y presencia. Porque si Canal Sur decide estar, lo hará con cámaras, micrófonos y una puesta en escena que permita a quien no puede ir a la plaza vivirlo con cercanía.

Falta el sí definitivo, el comunicado que ponga fecha y hora a esta retransmisión. Pero todo apunta a que los toros de septiembre podrían llegar también a los hogares. No sería solo una emisión, sino una manera de medir el pulso real del interés taurino en abierto. Y quién sabe si el inicio de una nueva etapa para Canal Sur, en la que el toro recupere parte del espacio que durante años fue suyo por derecho.