
Feria de Abril
Ventura y Hermoso, empate a un trofeo en tardes diferentes en Sevilla
Mansa y parada corrida de Fermín Bohórquez en el festejo de rejones

El espectáculo comenzó con Diego Ventura y el segundo, que era un manso que apretaba, pero hizo una salida de toriles explosiva, como los arreones que pegó después que le permitieron a Diego desplegar todo su armamento en la puesta en escena y moverse con los terrenos de dentro para exponer y emocionar. Dominio. No siempre encontró la precisión con las banderillas, pero resolvió el entuerto al quitar la cabezada al caballo y clavar. Por si faltaba poner la guinda, las rosas hicieron el resto antes de coger el rejón de muerte y prenderlo forzando la suerte. Hubo petición no atendida. Estábamos en la corrida de rejones que da paso al último tramo ya de la Feria de Abril, a la semana de farolillos con un primer plato que es de locura máxima: el regreso de Morante. Mientras descontamos las horas, Ventura con el cuarto le tocó trabajera porque el toro estaba parado y con pocas ganas de seguir la cabalgadura de Ventura. No se vino abajo y poco a poco le fue metiendo en el lío, aunque la comunión con el público llegó cuando volvió a quitar la cabezada y puso las banderillas a dos manos y las rosas casi del tirón. Ahí no falla. Prendió el rejón de muerte a la primera y se echó rápido sobre el albero Diego con una escenografía que controla a las mil maravillas jugándose que el toro le hiciera hilo en el último aliento. Se le pidió el doble premio, pero tuvo que conformarse con uno.
Rui Fernandes
Se hizo larga la labor de Rui Fernandes al primero, que cumplía la misión de abrir plaza. Fue manejable el de Fermín Bohórquez, con ese punto de pararse y Rui se espesó con falta de reunión con los palos en la parte central de la faena y sin tino con el rejón de muerte. Más centrado estuvo con el cuarto, que también se dejó hacer y pasó discreto.
Guillermo Hermoso de Mendoza también se las vio con un tercero, que fue franco, pero con ese punto de querer pararse. Solventó el hijo de Pablo en una faena de oficio, con trasfondo de clasicismo y reunión. Se fue a portagayola con el sexto y tuvo mucha emoción porque el toro salió como una bala. Se paró después el de Fermín Bohórquez con ese punto de sosería y el frío que teníamos metido en los huesos. Se ajustó en los embroques y buscó la emoción en los encuentros con el colofón del par a dos manos y un rejón, que le empató a premio con Ventura. Presidencia tuvo la palabra.
Ficha del festejo
Sevilla. Se lidiaron toros de Fermín Bohórquez, reglamentariamente despuntados de pitones. El 1º, manejable punto parado; 2º, manso y rajado; 3º, noble pero paradote; 4º, bueno sin más; 5º, mansito y manejable; 6º, manso. Tres cuartos largos de entrada.
Rui Fernandes, cuatro pinchazos, rejón, descabello (saludos); pinchazo, rejón (saludos).
Diego Ventura, rejón, descabello (saludos); rejón (oreja con petición de la segunda).
Guillermo Hermoso de Mendoza, rejón, tres descabellos (saludos); rejón, descabello (oreja).
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