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El ‘no gol’ de Pelé, una obra de arte que cumple 50 años

El brasileño firmó en la semifinal del Mundial ’70 contra Uruguay una de las acciones más geniales de la historia.

Momento en el que Pelé regatea a Mazurkiewicz en la semifinal Uruguay-Brasil de México '70.
Momento en el que Pelé regatea a Mazurkiewicz en la semifinal Uruguay-Brasil de México '70.La Razón

Tostao le envió el balón en profundidad y ante la salida del portero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, Pelé dejó pasar la pelota, que se fue hacia la derecha, mientras él corría hacia la izquierda después de regatear con el cuerpo al guardameta, que quedó expuesto en cambo abierto, delante de nadie, sin poder alcanzar el balón y sin poder agarrar a Pelé. El 10 de Brasil terminó una de las maniobras más geniales de la historia con un remate cruzado que se marchó fuera mientras el defensa Atilio Ancheta se desparramaba sobre el césped en un intento vano por desviar el balón.

 

Cuando aquel 17 de junio de hace 50 años Pelé pintó esa obra de arte, el marcador ya reflejaba el 3-1 definitivo a favor de los brasileños en la semifinal del Mundial de México ’70. Ninguno de los goles llevó la firma del 10. Luis Cubilla adelantó a Uruguay y Clodoaldo, Jairzinho y Rivelino llevaron a Brasil hasta la final, donde barrió a Italia por 4-1.

El partido fue de una extraordinaria violencia, “el más duro" de su carrera, según aseguró Pelé. Circulan varías teorías para explicar esa dureza. Se cuenta que en el intercambio de saludos entre los dos equipos al comienzo del encuentro, los uruguayos entregaron a los brasileños banderines en los que se conmemoraba el triunfo de Uruguay contra Brasil en 1950 en Río de Janeiro y que dio el título mundial a los charrúas. El famoso Maracanazo.

A los uruguayos parece que les molestó tener que desplazarse hasta Guadalajara, mientras los brasileños descansaban tranquilamente en esa ciudad, sede de todos sus partidos de la fase de grupos, cuartos y semifinales.

Fuera por el provocador intercambio de banderines, por ese viaje o, simplemente, por la rivalidad eterna que hay entre las dos selecciones, lo cierto es que Uruguay y Brasil protagonizaron uno de los partidos más violentos de la historia de los Mundiales.