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La vitrina original de la Copa del mundo desapareció

Pablo Ornaque diseñó la «jaula» original de la Copa. Una obra de arte de la que se desconoce el paradero

La vitrina original de la Copa del Mundo
La vitrina original de la Copa del MundoPablo Ornaque

«Estuve tres años enteros durmiendo cuatro horas en el hotel de la Federación hasta el día que vino a la inauguración el actual Rey de España con todos los jugadores. Al día siguiente se fueron al Mundial de Sudáfrica», cuenta Pablo Ornaque, el mayor coleccionista de España de objetos relacionados con el fútbol y el creador del Museo de la Selección. «A los tres meses tuve que volver corriendo para hacer un poco de espacio para dar ambiente a la conquista de la Copa del Mundo», añade.

Ornaque habla orgulloso de su obra, un espacio de 1.600 metros cuadrados para la que donó más de 1.500 piezas históricas. Joyas como el coche de Alfredo Di Stéfano. «El coche original, un Seat 1.500», explica. «Conduce» el vehículo una figura de Di Stéfano sentado al lado de Kubala, «saliendo de un entrenamiento con el chándal oficial de la Federación en aquella época», explica.

Pero de ninguna de las piezas está tan orgulloso Ornaque como de la vitrina original que diseñó para la Copa del Mundo. «Cuando Blatter [entonces presidente de la FIFA] vio la vitrina dijo que sin duda era el momento más emocionante de su vida, porque ya era hora de que se le dedicara un templo original y de semejante calidad y envergadura a la Copa del Mundo», explica Ornaque.

«Para inspirarme en mis viajes por el ‘‘zumbamiento'' se me ocurrió construir lo que reflejaba y parecía que fuera la sombra de la copa del mundo agrandada a doce metros de altura con una manufactura maravillosa. Y se reflejaba en esa estructura en ese inmenso armario. Allí dentro se alojaba la Copa del Mundo, que daba vueltas», cuenta Ornaque. «Y se arrodilló Blatter», añade.

Esa vitrina desapareció. «A los seis meses», dice Ornaque, y sin que tenga paradero conocido, aunque el coleccionista tiene sus sospechas. Desde hace años la Copa, que destacaba con esa vitrina tan original –se puede apreciar en la imagen–, «duerme» en una vitrina de metacrilato normal, como las que alojan a sus dos hermanas, las copas de los Europeos de 2008 y de 2012.