Fútbol

El Real Madrid gana, rota y se siente fuerte contra el Getafe (2-0)

El equipo de Ancelotti, sin Modric ni Kroos, fue muy superior al rival. Marcaron Casemiro y Lucas Vázquez. Bale volvió a jugar en el Bernabéu con una pitada

Lucas Vázquez celebra el segundo gol en el Real Madrid-Getafe de LaLIga
Lucas Vázquez celebra el segundo gol en el Real Madrid-Getafe de LaLIgaManu FernandezAgencia AP

Es una cuestión de confianza. De tener la seguridad de que las cosas van a salir porque eres el mejor haciéndolas, incluso en días no muy brillantes, en partidos de entreguerras, como lo fue contra el Getafe en el Bernabéu. Ganó el líder, borró una fecha más del calendario, descansaron jugadores y hasta volvió a aparecer Bale por el Bernabéu (donde por la pitada que se llevó ya no tiene muchos amigos). Y ahora el Madrid espera el Chelsea el martes sin ninguna duda en lo que hace.

El equipo de Ancelotti ha caminado así, confiado, durante toda LaLiga, pero la derrota contra el Barcelona dejó heridas más duraderas que noventa minutos. Fue un golpe a la autoestima de un grupo al que casi todo le había ido bien. Pero ya se ha cerrado el posible duelo, ya no hay melancolía y sí muchas cosas por hacer. Ahora quiere ganar LaLiga cuanto antes y quiere seguir caminando por la Champions. Y tiene que mezclar las dos cosas sin que el cansancio acabe perjudicándole.

Así, si llega el Getafe, un equipo que le derrotó en enero y muy defensivo, con esa línea de cinco que tanto se le ha atragantado al Madrid en este curso, los de Ancelotti no dudan ni temen. Van a ganar el partido, incluso sin Modric ni Kroos. No será la tarde más divertida, pero no hay problema.

El entrenador italiano hizo unas rotaciones que hace un mes no se atrevía porque no sabía qué podía salir de un centro del campo muy físico, con Casemiro, Camavinga y Valverde. Pues salió un equipo que robaba muy arriba o que hacía falta en cuanto el rival pretendía correr. Durante la primera parte, sólo una vez consiguió una contra el equipo de Quique. La solucionó Alaba. Es verdad que puede ser un equipo con menos luces para encontrar caminos, pero es mucho más insistente. El Madrid tuvo el balón, buscó en las bandas a un veloz Rodrygo y al constante Vinicius y se pasó el partido en el campo del Getafe. Hasta Marcelo, que sufre cuando se le exige jugó sin problemas muy cerca del área rival, sin tener que mirar atrás más de lo necesario.

En la primera vuelta el equipo de Quique Sánchez Flores aprovechó que el Madrid volvía de las vacaciones para llevarse una viotoria inesperada. Eso reforzó su plan en el Bernabéu: salir a esperar, aguantar y que la falta de espacios agobiase a un rival con prisas para solucionar el partido. Fue un Getafe decepcionante, que consiguió dormir el encuentro y que el Madrid se aburriese de intentarlo. En cierta medida, el plan le salió como pretendía. Perdió igualmente, de todos modos.

Sin Modric, tuvo que ser Vinicius quien se inventase un pase con el exterior para evitar cualquier susto cuando el partido se acercaba al descanso y el dominio del Madrid no se traducía en nada. Su pase lo remató Casemiro, el único que no rotó en el centro del campo. Al comenzar el choque había marcado Benzema, pero en claro fuera de juego, para decepción de una grada que quería aplaudirle a rabiar. Cuando se dijo su nombre por megafonía al repasar la alineación, retumbó el doble que el de sus compañeros.

No se puede marcar todos los días y el encuentro no era para gastar fuerzas innecesarias. Todo dependió del ritmo que ponía el Madrid. Si aceleraba un poco la grada se divertía y si paraba un poco, los minutos pasaban con languidez. El Getafe seguía a lo suyo, pese a que tiene a Unal, uno de los mejores delanteros de LaLiga. No tuvo ocasión de mostrar nada en el Bernabéu porque apenas le llegaron balones.

El tanto de Casemiro calmó todo en exceso, menos al brasileño, que se calentó por una jugada, protestó al árbitro y vio una tarjeta amarilla que le deja fuera del encuentro en el Sánchez Pizjuán del próximo domingo, un partido que puede tener la llave definitiva para que LaLiga se incline ya definitivamente para los blancos.

El Madrid perdió intensidad en la segunda mitad porque en ningún momento la necesitó. Había comprobado ya que el Getafe no suponía ningún peligro y había que esforzarse mucho para intentar llegar a la portería de Soria. Quique quitó a Mayoral y Aleñá para que nada cambiase.

En una arrancada de Rodrygo en la segunda parte despertó todo el mundo de nuevo tras muchos minutos sin noticias de nadie. Tenía el día bueno el extremo brasileño, al que le cuesta mantener esa explosividad varios días seguidos. La jugada la acabó en gol Lucas Vázquez y fue cuando Ancelotti ya dejó claro que era martes.

Quitó a Casemiro y a Benzema (y minutos después a Vinicius) para dar paso a Ceballos, un futbolista que también ha ganado la batalla a Isco en el centro del campo y eso ya no es ni noticia.

Y por Karim salió Bale, en los que pueden ser sus últimos minutos en el Bernabéu porque pocas ganas va a tener de seguir si su afición le recibe con uñas. Fede Valverde pedía aplausos para el galés y algunos respondieron, pero en un día feliz, con victoria y sin ningún rasguño, muchos aficionados no se reprimieron el enfado. El amor se acaba, la vida sigue.

Alineación Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Alaba, Militao, Marcelo; Valverde, Casemiro, Camavinga; Rodrygo, Benzema, Vinicius.