Reino Unido

Liz Kincaid, otro monstruo en la gimnasia: así maltrataba a sus atletas

La entrenadora del equipo de Reino Unido está siendo investigada tras ser apartada de su puesto junto antes de los Juegos de Tokio por las graves denuncias de algunas de sus gimnastas.

Liz Kincaid
Liz KincaidInstagramLa Razon

La triste confesión el pasado mes de octubre de Simone Biles asegurando que “debería haber dejado la gimnasia mucho antes” de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde tuvo que renunciar a varias competiciones por su salud mental estremeció al mundo del Deporte, ya bastante consternado por la comparecencia de la gimnasta ante una comisión del Senado de Estados Unidos sobre los abusos que sufrió por parte del del médico Larry Nassarquien cumple una sentencia de cadena perpetua después de haber sido condenado en 2017 y 2018 por agresiones sexuales a más de 250 gimnastas. Su aterrador relato volvió a reabrir el debate de la prevención de los abusos y las vejaciones en el deporte, una lacra que han sufrido numerosos atletas, que vieron como de repente sus sueños se convertían en pesadilla y sus entrenadores en monstruos. Ahora, un nuevo caso en Reino Unido ha hecho saltar todas las alarmas sobre los abusos y la salud mental de los deportistas.

Se trata de la expulsión de la selección de gimnasia de la reputada entrenadora Liz Kincaid semanas antes de los Juegos de Tokio. Su retirada fue justificada por asuntos personales pero ahora ha salido a luz que está siendo investigada por graves acusaciones de maltrato por parte de algunas de sus gimnastas, según BBC Sport.

British Gymnastics ya había recibido otras quejas sobre Kincaid casi un año antes. Kincaid niega rotundamente todas las acusaciones pero British Gymnastics justificó su salida porque que las reglas de la Asociación Olímpica Británica establecen que nadie con “cualquier queja en curso sin resolver” puede asistir a los Juegos. Ahora, se ha puesto en marcha una investigación independiente más amplia sobre las denuncias de abuso dentro de la gimnasia británica, después de que varias atletas en activo y retiradas alegaran malos tratos en todos los niveles del deporte en 2020. El informe final de la revisión independiente, dirigida por Anne Whyte QC y co-encargada por Sport England y UK Sport, se publicará a finales de mayo.

Maltrato y críticas al peso

BBC Sport ha recogido los testimonios de dos de las ex gimnastas de Kincaid, quienes han hecho más acusaciones de mal manejo de lesiones graves y maltrato por parte de su ex entrenadora. A la edad de 12 años, la ex gimnasta galesa Poppy Wynn, ahora de 25 años, se desgarró el perineo después de aterrizar con un desgarro después de fallar una atrapada en las barras.“Fui a Liz, tenía sangre goteando por mi pierna y me llevó a la oficina. Me dio toallas sanitarias para limpiar la sangre y me envió de regreso al gimnasio”, afirmó. Kincaid supuestamente le dijo a la madre de Wynn que había comenzado con el período durante el entrenamiento. Sin embargo, su madre revisó la lesión de su hija y dijo que lo que vio parecía “peor que un parto”, y llevó inmediatamente a Wynn al hospital donde los médicos “preocupados” la ingresaron y la derivaron a un ginecólogo. Wynn también desveló que entrenó con una mano fracturada durante seis semanas.

Pero su desgarrador relato no es el único. Sophie Jameson, tres veces campeona británica, recuerda haber entrenado con un tobillo roto al quitarle el yeso demasiado pronto por exigencia de Kincaid y otras lesiones mal manejadas por la entrenadora. “Me disloqué la rodilla con la viga. Miré hacia abajo y recuerdo haber gritado en el gimnasio. Fue una experiencia bastante horrible”, dijo Jameson, que ahora también tiene 25 años. “Tenía un gran gran dolor y llevaba una enorme rodillera pero Ella quería que siguiera entrenando la parte superior del cuerpo, columpiándome en barras y esas cosas. Tus piernas tienen que levantarse y solo recuerdo que eso fue absolutamente insoportable”, declaró.

Tanto Wynn como Jameson también alegan que Kincaid les hablaba de una manera que las hacía sentir “menos que humanas”, así como que les gritaba a la cara o las avergonzaba por su peso. Jameson sufre de ansiedad y desarrolló un trastorno alimentario como resultado de sus experiencias en la gimnasia. Tres de las gimnastas de Kincaid han competido en los Juegos Olímpicos, incluida Amelie Morgan, quien en Tokio ayudó a las mujeres británicas a ganar su primera medalla olímpica de gimnasia por equipos desde 1928 con un bronce.

Kincaid lo niega

Kincaid, que niega todas las acusaciones en su contra y declaró a BBC Sport que “la salud, el bienestar y la seguridad de las gimnastas bajo mi cuidado y tutoría era de suma importancia para mí y un asunto cercano a mi corazón. Sugerir que maltrataría a las gimnastas va contra todos los principios por los que vivo y es muy molesto”.

British Gymnastics ha anunciado que abordará un programa de reformas cuando concluya la investigación independiente sobre el abuso en el deporte y agregó que está “decidida a aprender de todos aquellos que valientemente han denunciado y expresado sus preocupaciones”.