Mundial de Atletismo
Kerley es el nuevo rey de la velocidad: campeón de los 100 metros en un podio copado por EE UU
El campeón olímpico, Marcell Jacobs, no llegó a disputar ni las semifinales por lesión
La gran noticia llegó antes de disputar las semifinales: el italiano Marcell Jacobs, el campeón de los 100 metros lisos en los Juegos de Tokio 2020 el pasado verano, el hombre más rápido del mundo, el sucesor olímpico de Usain Bolt, ni tendría la oportunidad de ganar también el oro en el Mundial, ni de disputar siquiera la final, por una lesión en el aductor del muslo derecho. Llegaba entre algodones Jacobs, corrió como pudo las series, pero no arriesgó más de eso y decidió parar, lo que allanó el camino a Estados Unidos para recuperar el trono de la velocidad por todo lo alto, con un triplete: oro para Fred Kerley, con 9,86; plata para Marvin Bracy, con 9,88; y bronce para Trayvon Bromell, con el mismo tiempo que el segundo.
Kerley, en realidad, era el gran favorito por su trayectoria esta temporada y por lo visto en Oregón, y no perdonó en una final disputadísima en el estadio de Hayward Field. En los Juegos de Tokio había quedado justo por detrás de Jacobs y no pudo tener la venganza con un cara a cara. El texano ha impresionado en Eugene desde su primera aparición, al ganar su serie con 9,79 la madrugada del viernes al sábado. Nadie había corrido tan rápido la primera de las tres rectas en la historia de los Mundiales, lo que hacía soñar con unos registros espectaculares. Finalmente, la marca de Kerley, que llegó a correr en ese mismo escenario hace menos de un mes en 9,76, no fue tan impactante, pero sí suficiente para darle el título de hombre más veloz del planeta.
Tuvo que remontar para conseguirlo porque su compatriota Marvin Bracy, que estaba a su lado, en la calle tres, le apretó hasta el último momento y sólo la velocidad sostenida de Kerley le permitió entrar por delante. Los 100 metros a veces son como un ballet, todo está medido, los pasos a dar, la salida para tomar velocidad, la fase de aceleración y la pérdida inevitable de la misma al final. En el último momento se coló el campeón para hacer buenos los pronósticos, y justo soplándole el cogote entró la plata. Desde la calle ocho Trayvon Bromell voló hasta el bronce entrando por sorpresa.
Coleman era el cuarto estadounidense (la mitad de los finalistas era de EE UU) y el defensor del título y fue el que mejor reaccionó al disparo, como casi siempre, pero después se perdió en la carrera y terminó sexto. Cuando él fue oro en Doha 2019, Kerley, por cierto, logró la medalla de bronce en los 400 metros, la prueba más dura del atletismo porque es un esprint casi al cien por cien durante una vuelta entera en la que el ácido láctico termina por paralizar el cuerpo si se mide mal, hasta llegar a la agonía. El cuatrocentista ha ido bajando la distancia, al 100 y al 200, y ya puede decir que es el nuevo campeón del mundo de la prueba más emblemática.
El joven de 21 años Oblique Seville intentó hacer honor a Jamaica y a Bolt, pero terminó en cuarto lugar. La marcha de Usain ha dejado sin dueño una corona que no tiene un dueño claro. El año que viene habrá de nuevo Mundial, en Budapest, y en 2024 son los Juegos de París, para que Jacobs y Kerley desempaten.
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