En forma

Así es el “gen del deporte” que podría activarse... ¡Sin hacer ejercicio!

La ciencia ha descubierto un gen no caracterizado anteriormente, llamado C18ORF25, que se activa durante la práctica deportiva y que mejoraría la salud incluso sin actividad física

El "gen del deporte" condiciona nuestro desarrollo muscular
El "gen del deporte" condiciona nuestro desarrollo muscularArchivolarazon

Encontrar a toda costa el deporte que quema más calorías es la prioridad de aquellos que quieren perder peso y ver en números lo que luego supuestamente se traducirá en una pérdida de grasa corporal. Pero para lograr nuestro objetivo de estar en forma, el sentido común nos dice que tenemos que machacarnos en el gimnasio. Pero ¿Y si te dijeran que existe un “gen del deporte” que podría activarse aún sin hacer ejercicio?

La genética, clave en el deporte

Unos de los principales retos de la genética y de las disciplinas que han surgido a partir de ella (genómica, transcriptómica y proteómica) consiste en comprender la función de estos genes, sus interacciones y los efectos de sus variaciones (denominadas mutaciones) en los procesos fisiológicos y patológicos que ocurren en el ser humano.

Uno de los campos de estudio de mayor interés es el de la actividad física, rendimiento deportivo y obesidad.

Por ejemplo, diversas investigaciones científica han descrito con rigurosidad el bautizado como “gen de la velocidad”. Un gen (llamado ACTN3) se encarga de que se produzca la alfa-actinina 3, una proteína necesaria para la formación de fibras musculares de contracción rápida. Dependiendo de la genética, una persona puede tener o no esa proteína, lo cual va a afectar a su capacidad muscular. Las personas que expresan la actinina-3 tienen mayor facilidad para desarrollar masa muscular en respuesta al entrenamiento de fuerza y mayor facilidad para los deportes que exijan explosividad y rapidez. Se estima que aproximadamente el 16% de la población mundial tiene una deficiencia genética en ACTN3.

El “gen del deporte”

Pero la medicina y la ciencia han dado un paso más y han descubierto han descubierto un gen, activado por el ejercicio, que es responsable de la construcción de la fuerza muscular. Y aunque te parezca imposible, lo más sorprendente de este hallazgo es que los investigadores subrayan que abre la posibilidad de tratamientos que ofrezcan similares resultados incluso sin hacer ejercicio.

Investigación sobre el gen C18ORF25
Investigación sobre el gen C18ORF25ScienceDirectla razon

Investigadores de las Universidades de Melbourne y Copenhague observaron las respuestas de señalización molecular en los músculos antes, durante y después de diferentes tipos de deporte a partir de una intervención cruzada de ejercicios de resistencia y sprint. Durante esta observación concluyeron que el gen C18ORF25 se activaba durante el ejercicio.

Para comprobar el hallazgo, el equipo modificó ratones potenciando el gen en unos y eliminándolo en otros. En los que se les había potenciado este gen, se contemplaban músculos más fuertes, mientras que los que carecían de él contaban con fibras musculares más frágiles y menor rendimiento. Esto hizo que concluyeran que el C18ORF25 es un regulador de la señalización del ejercicio y la función muscular.

¿La“píldora del ejercicio”?

Este descubrimiento explicaría la diferencia del rendimiento deportivo entre unas personas y otras y por qué algunos desarrollan su masa muscular con mayor facilidad.

¿Es entonces posible crear un suplemento que pueda potenciar en nuestro cuerpo efectos similares a los logrados con la actividad física? La ciencia cree que sí.

La identificación de este gen puede repercutir en la forma de gestionar el envejecimiento saludable, las enfermedades de atrofia muscular, la ciencia del deporte e incluso la ganadería y la producción de carne, afirma el Dr. Parker, responsable del estudio.