Tenis

Alcaraz se estrella ante Dimitrov y dice adiós a Shanghái

El búlgaro se impuso en octavos por 5-7, 6-2 y 6-4. Carlitos cierra la gira asiática con la semifinal en Pekín y los octavos en Shanghái como balance. Su próximo torneo será en Basilea

Alcaraz intenta devolver un resto de Dimitrov
Alcaraz intenta devolver un resto de DimitrovANDRES MARTINEZ CASARESAgencia EFE

Acabó la gira asiática para Alcaraz, la primera de su carrera, y lo hizo con un partido ante Dimitrov que se le atravesó desde el principio. Cayó Carlitos por 5-7, 6-2 y 6-4 en dos horas y 10 minutos. El balance de las tres últimas semanas no es el esperado. En Pekín fue Sinner el verdugo en una semifinal que Carlitos no supo descifrar. En Shanghái, Dimitrov le frenó en octavos o quizá habría que apuntar que fue el propio Carlitos el que estuvo muy lejos de su nivel ante el búlgaro. La próxima cita, en Basilea para seguir a la caza del número uno del mundo.

Con 32 años Grigor Dimitrov sigue teniendo tenis para poner en apuros a cualquiera, pero... en teoría el búlgaro es capaz de ofrecer ese nivel superlativo en pequeñas dosis. Eso en teoría. Ante Alcaraz alcanzó una regularidad pocas veces vista en los últimos tiempos. Dominó en los ocho primeros juegos, se desenchufó y cedió el primer set, pero luego fue capaz de regresar. Fue agresivo, atrevido y como de talento anda sobrado puso en muchísimos apuros al español. Alcaraz desaprovechó las dos primeras bolas de break que tuvo, una costumbre peligrosa, y Dimitrov se creció. Pecó de un comienzo titubeante y de un desarrollo irregular. El murciano flaqueó con su segundo saque y se topó con un rival al que le funcionaba el servicio y que golpeaba cada bola con intención. A Dimitrov no le hace falta tener una intensidad como la de Evans, el anterior rival del pupilo de Juan Carlos Ferrero. Su talento le permitió dominar el set hasta que Carlitos aumentó la intensidad y se inventó uno de sus globos imposibles. La resistencia enfrente empezó a resquebrajarse. Fue suficiente. Igual que había crecido, Dimitrov se vino abajo. Pero fue un instante. Lo suficiente para que Alcaraz sumara el primer set, aunque se quedó ahí.

La resolución de la primera manga fue una especie de tiempo muerto que se tomó el búlgaro. Alcaraz subió su ritmo unos minutos y eso le bastó para presionar a Dimitrov. Pero es que en el segundo parcial la historia se repitió. Carlitos se desenchufó, no escarmentó y esta vez no pudo reengancharse. Se desordenó, encajó un break y Dimitrov, agarrado a su servicio, encontró una autopista por la que prolongar el partido. Ya no podía haber más despistes, pero los hubo. Tercer set y tercera cuesta arriba. En el segundo juego de Carlitos al saque llegó un nuevo break. La fragilidad del español con el servicio empezaba a ser inquietante, pero eso no era lo peor. Bolas que habitualmente eran productivas -la derecha, la dejada...- se convertían en errores y Dimitrov ya estaba crecidísimo. Como si volviera a ser el número tres del mundo como hace seis años. Resolvía los saques con autoridad, el set avanzó y Alcaraz no se encontró en ningún momento.

A Dimitrov ahora le espera el chileno Nicolás Jarry, que celebró su 28 cumpleaños con la primera clasificación de su carrera para los cuartos de final de un Masters 1.000. El número 22 del mundo se deshizo del argentino Diego Schwartzman en tres sets (6-3, 5-7 y 6-3) después de dos horas y 24 minutos.