Atletismo

Álvaro Martín, campeón del mundo de 20 kilómetros marcha

El marchador, doble campeón de Europa, le da a España el primer metal en el arranque del Mundial de Atletismo de Budapest

El Mundial de Atletismo de Budapest ha empezado a lo grande para España, y el culpable ha sido Álvaro Martín, que se ha convertido en el primer campeón mundial del campeonato con su triunfo en los 20 kilómetros marcha (1h.17:32). El doble oro europeo consigue así su primer entorchado planetario, en una prueba que parecía dominar de manera despiadada el japonés Ikeda, pero que acabó desfondándose en el último tercio.

El equipo español arranca de la mejor manera posible, con el primer oro nada más empezar el Mundial, en un día que amaneció con imprevisto por el retraso de dos horas de los 20 km marcha a causa de una fuerte tormenta sobre Budapest.

Un violento temporal, con generoso aparato eléctrico, retrasó dos horas el comienzo de la prueba inaugural del Mundial, que finalmente tomó la salida al filo de las once de la mañana sobre un circuito urbano empapado. En el tartán, por idéntico motivo, el arranque también se retranqueó sesenta minutos desde las 10:30 previstas. Un contratiempo perturbador para la maquinaria de precisión que es el cuerpo del atleta, desde luego, pero una circunstancia igual para todos los competidores: tocaba agregar el ingrediente de la capacidad de adaptación al cóctel de cualidades necesario para luchar por el podio.

Como si tuvieran prisa después de tanta espera, el ecuatoriano Brian Pintado y el brasileño Caio Bonfim, dos hombres por debajo de 1h19 este año, dinamitaron el pelotón desde el pistoletazo de salida: 4 minutos clavados en el primer kilómetro, en el clásico estilo valiente, casi kamikaze, de los marchadores latinoamericanos. El japonés Koki Ikeda, subcampeón el año pasado en Eugene, aceleró aún más en la segunda: la prueba estaba lanzada, ya no se iba a parar. Al paso por los 5.000, el nipón, plata también en los Juegos de Tokio, clavaba parciales de 3:49 en su cabalgada solitaria. En el ecuador de la prueba, Ikeda volaba hacia el oro con un monumental 38:37 y, parecía, sólo parecía, que dejaba al resto con la única misión de pelear por las otras plazas del podio. Le seguía un pelotón de una docena de hombres comandado por Bonfim y por el sorprendente turco Salih Korkmaz. Álvaro Martín, muy visible en la cabeza del grupo desde el principio, estaba agazapado junto al sueco Perseus Karlstrom, y al extremeño todavía le quedaba lo mejor. El japonés pagó el excesivo esfuerzo y acabó desfondado, dejando el camino libre para que Álvaro Martín tomara la cabeza para no soltarla nunca más.

Tomó unos segundos de ventaja y aguantó bien el último intento del sueco Karlstrom y el brasileño Bonfim. Ellos dos, sí que se tuvieron que conformar con la plata y el bronce, porque el oro era para el marchador extremeño, que tuvo tiempo hasta de coger una bandera de España en los últimos metros para entrar en meta ya celebrando su primer título planetario.