Rally Dakar

Carlos Sainz y un Dakar al esprint

Por tercer año pilotará el Audi eléctrico. La pasada edición sufrió un terrible accidente después de ganar varias etapas y llegar a ser líder

Carlos Sainz y Lucas Cruz, con su Audi eléctrico
Carlos Sainz y Lucas Cruz, con su Audi eléctricoJUAN CARLOS HIDALGOAgencia EFE

El Dakar 2024 está en plena cuenta atrás. Con un recorrido total de 7.923 kilómetros, de los cuales 4.676 son cronometrados, la prueba arranca el viernes 5 de enero con una prólogo en Alula y concluirá el viernes 19, tras doce días de etapas cronometradas, en Yanbu. Habrá un día de descanso, el sábado 13, en Riad. Esta edición tendrá un claro color español tanto por los pilotos privados que asistirán a la prueba, como por las estrellas que optan a la victoria. Entre ellas, Carlos Sainz, que por tercer año pilotará el Audi eléctrico y que, después de haber ganado varias etapas y liderar la prueba hace un año, aspira esta vez a cosechar su tercer triunfo en la carrera más dura del mundo.

Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz confían de nuevo en la fiabilidad del revolucionario Audi E-Tron a pesar del accidente del pasado año, donde un aparatoso vuelco de frente tras coronar una duna le obligó al abandono y le causó serias lesiones. Afortunadamente, el piloto madrileño ha superado positivamente las secuelas del accidente y se encuentra en plena forma, según ha indicado. "Lo mejor está por venir", afirma tras haber liderado la carrera y haber ganado varias etapas en la edición del pasado año.

"Vamos a luchar hasta el final", comenta. Sainz es optimista: "Estoy completamente recuperado y lo prueba el hecho de que hemos hechos varios test importantes y me siento en forma. Hemos corrido la Baja y el Rallye de Marruecos, además de otros entrenamientos en el sur de Francia con el coche de este año y me encuentro en forma. Hago las pruebas de esfuerzo con resultados positivos como cada año". Sainz, de todas formas, comentó la dureza de esta competición, en la cual corren cada día unas cinco horas con un nivel entre 140 y 160 pulsaciones por minuto, lo que exige una forma física excepcional. "Y es que el Dakar ya no es una carrera de resistencia sino una competición al esprint desde el primer kilómetro. No es un paseo ni mucho menos", cuenta el madrileño.

Durante este año, la experiencia del piloto madrileño ha servido a Audi para ir mejorando aún más este automóvil, especialmente complicado para una carrera de estas características. Su estructura, preparada para correr con electricidad y, por tanto, soportar el peso de las baterías, da en la báscula cien kilos más que los coches de gasolina, sin que la organización les compense con un incremento de potencia. Ello supone un inconveniente contra el cronómetro. El equipo español lamenta que si la competición se encamina hacia reglamentaciones más ecológicas, la organización del Dakar no favorezca a los motores menos contaminantes frente a los que sólo usan combustión interna.

Durante los test de invierno se ha trabajado en varios aspectos del coche, como suspensiones y chasis, para reducir los picos de aceleración vertical durante los aterrizajes después de grandes saltos, algo a lo que también contribuye el nuevo diseño de los asientos, con un espumado específico. También se ha modificado la estructura de la parte delantera del chasis, con el objetivo de que absorba mejor la energía generada en caso de un fuerte aterrizaje frontal como el que sufrió Carlos Sainz en la pasada edición del Dakar. Asimismo hay nuevos anclajes de suspensiones que dejan más espacio para que las piedras no queden atrapadas entre la llanta, los discos de freno y las manguetas y así no causen averías.

Todo está preparado para que el 5 de enero la etapa prólogo empiece a definir los favoritos para el triunfo. El día de los Reyes Magos la carrera se adentra en el desierto hasta llegar a la meta en Yanbu.